Las mujeres con un bajo nivel de formación y pocos recursos económicos, así como las que carecen de apoyo social y familiar, son las más vulnerables a los malos tratos, ya que todos estos factores son una barrera para poner fin a las situaciones de violencia.

El estudio, en el que participaron 2.136 madrileñas, también señala como más susceptibles de sufrir abusos a las mujeres en paro y las divorciadas.

Formación a sanitarios

La viceconsejera de Salud Pública, Belén Prado, explicó ayer que, para combatir este problema, el Gobierno regional está llevando a cabo 23 acciones formativas destinadas a sensibilizar al personal sanitario sobre esta situación y a establecer protocolos de actuación. «Los profesionales que atienden a las mujeres han de estar alerta, sospechar, identificar y relacionar signos y síntomas inespecíficos en las consultas», explicó Prado.

Precisamente esta semana acaba de estrenarse en Madrid (distrito de Salamanca) un nuevo centro para dar atención psicológica a las víctimas de malos tratos o que hayan caído en redes de prostitución, así como a los menores a su cargo. La Comunidad prevé que atienda a unas 400 mujeres cada año.

Cuatro fallecidas en este año

En lo que va de año, cuatro mujeres, tres de ellas inmigrantes, han perdido la vida a manos de sus compañeros sentimentales, tantas como en todo 2005. El mes pasado, el Observatorio Regional de la Violencia de Género llamó la atención sobre el «alarmante aumento de muertes».

El fenómeno, además, está acompañado de otro comportamiento preocupante: cada vez hay un mayor quebrantamiento consentido de órdenes de alejamiento.