Ta-ca-ta-ca-tá. Es lo que se escucha cuando alguien atraviesa en Barcelona la tranquila plaza que hay entre la biblioteca Manuel Arranz, edificio donde históricamente se ubicaba la fábrica textil de Can Saladrigas, y el mercado del Poblenou. El motivo de este extraño ruido se debe a que han colocado mal las baldosas, algunas de las cuales se mueven y otras están a punto de romperse.

Y ante el problema, ha llegado la reivindicación vecinal. La Plataforma de Usuarios de la Vía Pública, capitaneada por Miquel Sánchez, un jubilado de 77 años que dedica buena parte de su tiempo a denunciar las deficiencias que encuentra en las calles de Barcelona, ha reclamado una solución al Ayuntamiento.

"El mal estado del firme ya ha provocado accidentes. Hay gente mayor que se ha caído porque ha tropezado", lamentaba Sánchez este jueves a 20 minutos. Como primeras medidas de protesta, la entidad ha rebautizado el espacio como Plaza de las Castañuelas (por el ruido). Este mismo jueves, colgaron un cartel simbólico, con el nuevo nombre, en la antigua chimenea de la plaza. También empezaron a marcar las baldosas mal puestas con unos adhesivos de alerta que llevan la leyenda: "¡Esta losa se mueve! Peligro de caídas".

Pero hay más. La reivindicativa Plataforma de jubilados reclama al distrito que "no se gaste ningún euro más" para arreglar el suelo y que "usen la garantía de la obra". "No es justo que los ciudadanos debamos pagar dos veces por una misma cosa", se quejaba Sánchez.

El problema con las losas viene de lejos. La plaza fue inaugurada en mayo de 2010 y, a los pocos meses de abrirse al público, las baldosas empezaron a moverse. La Plataforma de Usuarios de la Vía Pública ya lo denunció entonces. En aquella ocasión, pintó con espray las baldosas mal puestas. "Se ha puesto algún parche, pero no se ha solucionado nada", lamentaban este jueves. A principios de febrero, la Plataforma tiene una reunión en la sede del distrito de Sant Martí. Esperan que se  solucione el problema.

La Plataforma de Usuarios de la Vía Pública está conectada a las nuevas tecnologías. Últimamente, ha abierto un grupo en la red social Facebook donde los jubilados cuelgan sus inquietudes ciudadanas, así como noticias sobre el estado de sus demandas en el Ayuntamiento de Barcelona. Ubicada en el barrio de Poblenou, la Plataforma actúa por toda la ciudad. "Si paseando por el Paseo de Gràcia veo algo que no me gusta, también lo denuncio", aseguraba este jueves Sánchez.