El alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, y el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, visitaron este jueves las obras de rehabilitación del Palacio de Riva Herrera, que están "a punto" de finalizar después de 18 meses de trabajos, aunque todavía quedan algunas actuaciones que realizar antes de la apertura al público, prevista para el mes de abril, de este centro que recibirá el nombre de 'Enclave Pronillo' y será la sede de la Fundación Santander Creativa.

El alcalde enumeró toda una serie de actividades y líneas de trabajo en las que el Ayuntamiento ya está avanzando para hacer que el Palacio de Riva Herrera, que es "uno de los grandes desconocidos" entre los cántabros, sea "uno de los espacios más conocidos y valorados" de la ciudad, un centro de "actividad permanente y a disposición de todos los agentes culturales" -dijo- que aspira a convertirse en un espacio formativo "de referencia" en el campo de las artes audiovisuales y las nuevas tecnologías.

En la visita, De la Serna y Ruiz han estado acompañados por el director de la Fundación Santander Creativa, Marcos Díez, representantes de las asociaciones de vecinos de la zona y varios concejales del equipo de Gobierno. Tanto el alcalde como el delegado del Gobierno felicitaron a la directora del proyecto de rehabilitación, la arquitecta municipal Enma Báscones, y resaltaron que esta intervención es un ejemplo de colaboración entre administraciones.

Samuel Ruiz agradeció a su predecesor en la Delegación de Gobierno, el socialista Agustín Ibáñez, el trabajo que realizó en favor de este proyecto que "hoy es una realidad" y gracias al cual, el palacete de Pronillo se va a convertir en "uno de los referentes culturales de Santander". 1% CULTURAL

La rehabilitación del palacete de los Riva Herrera, el edificio civil más antiguo de Santander, ha tenido un coste de un millón y medio de euros, de los que el 70% ha sido financiado por el Estado con cargo al uno por ciento cultural del Ministerio de Fomento, y el 30% restante por el Ayuntamiento.

Ubicado en una parcela de unos 2.000 metros cuadrados, este edificio, del que sólo quedaban en pie los muros, ha sufrido más de 57 intervenciones a lo largo de su historia. El proyecto respeta las trazas arquitectónicas del palacio, que fue construido por una estirpe de armadores cántabros, a las órdenes de Felipe II.

Cuenta con una superficie de 818 metros cuadrados, y consta de una torre de mediados del siglo XVI a la que se adosó una vivienda que a lo largo de los siglos ha sufrido varias reformas y ampliaciones, de manera que cuenta con una torre señera, casa señorial, capilla, patio de armas y portalada con reloj de sol.

El alcalde ha resaltado la "excelencia" de la recuperación patrimonial llevada a cabo en este palacete, a cuya inauguración ya ha invitado al secretario de Estado de Cultura, el santanderino José María Lassalle. De la Serna ha explicado que este nuevo equipamiento viene a enriquecer la red de centros municipales destinados a extender el arte y la cultura entre los ciudadanos, y también ayudará a conocer la historia del propio edificio y de la ciudad a través de una exposición permanente.

PROGRAMACIÓN

La idea del Ayuntamiento es convertir el Enclave Pronillo, bajo la dirección de la Fundación Santander Creativa, en un espacio para el desarrollo de la creatividad a través de una programación estable de talleres, cursos, foros, encuentros y otras actividades.

Se dará cabida también a las empresas culturales, asociaciones y otros colectivos del sector cultural, con el fin de que desarrollen sus propias acciones en este centro, bajo la supervisión de la Fundación Santander Creativa, que en el mes de mayo trasladará su sede al Enclave Pronillo.

Paralelamente se abrirá una exposición sobre el valor histórico del edificio y se celebrará un mes de puertas abiertas. El centro empezará a funcionar "al cien por cien" en el mes de junio, con una oferta de cursos a desarrollar por empresas culturales y parte de la programación de la fundación se trasladará a estas instalaciones, que también podría ser sede del laboratorio de formación a través de las artes de la Universidad de Cantabria si se sustancia un acuerdo en este sentido con la institución académica.

El edificio tiene tres plantas. La planta baja cuenta con área de administración, un pequeño espacio expositivo donde proyectar trabajos de los alumnos y diferentes aulas. La primera planta cuenta con aulas y un espacio adecuado para la grabación de sonido y en la planta bajocubierta se ha habilitado un plató de 120 metros cuadrados para fotografía y vídeo, dos espacios de ampliación y revelado y un área de aula teórica.