La selectividad pone a prueba los nervios de 1.781 vallisoletanos

Los exámenes serán el 13, 14 y 15 de junio. Los que más sudarán, los futuros médicos y arquitectos, necesitan una nota más alta.
El momento de la verdad está a la vuelta de la esquina para muchos estudiantes. Los próximos 13, 14 y 15 de junio 3.288 alumnos se examinarán en la Universidad de la conocida y temida selectividad, ahora denominada prueba de acceso a la universidad (PAU). De ese total, 1.781 lo harán en la capital vallisoletana, 574 en Palencia, 567 en Segovia y 366 en Soria.Los exámenes, a los que se presentarán cinco estudiantes menos que el año pasado, comenzarán el martes a las 9 horas con la presentación de los alumnos y la prueba de lengua castellana y literatura, asignatura obligatoria. Después llegará el turno de matemáticas.

Tras el descanso para la comida, empezarán a las 15.30 horas. Al día siguiente arrancarán a las 8.45 horas, por la mañana, y las 15.45, horas por la tarde.

Las pruebas se harán igual de duras para todos y  los nervios estarán a flor de piel. Pero no cabe ninguna duda de que los que más sufrirán serán los que necesitan sacar buena nota para estudiar la carrera que les gusta.

En este aspecto, los futuros arquitectos, médicos, abogados, enfermeros o ingenieros en diseño industrial tendrán que aplicarse mucho más, ya que las notas de corte que hubo en estas carreras el año pasado fueron las más altas y en el próximo curso no se prevé mucho cambio, aunque varíen un poco.

Último esfuerzo

A pesar de que las clases terminaron ya hace unos días, ahora los estudiantes dan los últimos tirones para intentar aprender todo lo que se ha quedado atrás en la memoria desde principio de curso.

Las bibliotecas, sobre todo las jornadas en las que  más aprieta el calor, están llenas y también algunas academias, en las que se refuerzan las materias más duras y se repasan temas.

Los consejos son los habituales, tomárselo con tranquilidad, descansar lo suficiente, hacer esquemas y, en el examen, pensar para relacionar contenidos.

De estudiante a profesor

Carlos Lerma, 24 años, hará selectividad.

«Son días de mucha tensión»

Prefiere estudiar en casa porque se distrae con facilidad; «en una biblioteca me resultaría mucho  más difícil concentrarme, incluso en casa tengo que utilizar tapones en los oídos para que no me molesten los ruidos». Es de los que estudia por la noche; «le estoy dedicando cinco horas al día, más no, porque me agobio». Tendrá seis exámenes en tres jornadas y reconoce que está nervioso: «sí, se pasa  mucha tensión, y aunque no necesite nota, me lo juego todo». Estos días hace un último esfuerzo, «sólo hecho de menos pasar algo más de tiempo con la novia». Amigo... C’est la vie.

Ana García. Profesora. Academia Prisma.

«No se puede saber todo de memoria»

Reconoce que los alumnos sufren mucha presión en estos días, pero repite que la selectividad «no es difícil». «El problema es que muchas veces no les preparan para este tipo de exámenes», afirma. Con sus años de experiencia sabe que ahora los estudiantes vienen mucho menos preparados que antes. «No en contenidos, pero sí les falta mucha cultura general y ponen algunas barbaridades en ortografía y expresión». Las materias para las que más se pide ayuda son latín, matemáticas, ciencias, geografía e historia. «Deben aceptar que no pueden contarlo todo de memoria y que es mejor basarse en la lógica porque saben más de lo que creen saber».

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