La costa sigue en buena forma. A pesar de los malos augurios que apuntaban a la saturación del litoral, los datos confirman el buen estado de este mercado inmobiliario, sobre todo entre los compradores de la Unión Europea, que superarán por primera vez la demanda nacional el año que viene.

Así se desprende del informe elaborado por la firma Tax & Law en colaboración con la consultora inglesa Knight Frank.

La mayoría, para jubilarse

El estudio destaca, asimismo, que durante el año pasado 126.980 personas demandaron inmuebles vacacionales en España, de las que alrededor de 60.000 fueron no residentes, lo que supone un incremento de la demanda extranjera del 8,7%.

"Esta demanda es especialmente apreciable en las nuevas promociones en zonas costeras, tanto en vivienda vacacional como en primera vivienda", afirma José Carlos González Carbona, director de Tax & Law.

En cuanto a la motivación para comprar casa, alrededor de las tres cuartas partes buscan una residencia permanente en España para mudarse cuando alcancen la jubilación, mientras que un 13% busca un espacio propio para sus vacaciones y un 12%, alquilarla o simplemente hacer una inversión rentable.

Las previsiones para este año hablan de un incremento de los compradores no residentes del 8%, hasta situarse en 65.512 personas, frente a una demanda nacional de 70.658 personas.

El punto de inflexión

Sin embargo, no será hasta el año que viene cuando la demanda extranjera supere, con 76.300 personas, a la nacional en cerca de 4.000.

Como ejemplo de este crecimiento continuado, el informe apunta que la inversión extranjera en la Costa del Sol ha tenido un crecimiento anual medio del 31% en los últimos ocho años.

Entre las zonas donde abunda la presencia de extranjeros, destaca también la Costa Brava, la Costa del Sol y los archipiélagos balear y canario.

Ingleses y Alemanes

Los ciudadanos ingleses encabezan, con un 52% del mercado, la demanda extranjera, seguidos de lejos por los alemanes, con un 22% del total.

En tercer lugar se sitúan los franceses, con un 8%, por delante de italianos y escandinavos, ambos con el 6%. Los belgas ocupan la última posición del ranking, con un 3% de la demanda.