Para lograr el primer objetivo, Plasencia aporta al corredor el valor paisajístico de sus parajes circundantes, como el de Valcorchero, sus tradiciones centenarias, como una singular Semana Santa que aúna rasgos de la tradición castellana y la andaluza, y su "fantástico patrimonio monumental", según ha explicado el alcalde placentino, Fernando Pizarro, acompañado por su concejala de Turismo, Elisa Cruz, y la directora general de Turismo de la Junta, Antonia Aunión.
En cuanto al Martes Mayor, no es una fiesta medieval al uso de otras villas españolas, sino un "exaltación" de las tradiciones del norte de Extremadura, de modo que Plasencia sirve de "encrucijada" a todas las localidades y aldeas diseminadas por los valles que la circundan.
Pizarro ha subrayado en rueda de prensa que el casco histórico de Plasencia, a diferencia de otros, está "vivo" y "cargado de actividad", puesto que sirve de centro para las relaciones "comerciales, sociales y culturales" de la Ciudad del Jerte, con una población de 6.000 habitantes, similar a la que ya tenía en el siglo XVI.
El regidor ha destacado el papel de Plasencia en el conjunto que conforma con Trujillo y Monfragüe, puesto que el entorno natural de la dehesa, un ecosistema único de bosque mediterráneo, es "sólo posible con la acción del hombre". Al respecto, ha mostrado su esperanza en que la concesión de la categoría de Patrimonio de la Humanidad sea una realidad el próximo mes de junio.
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