El Grupo Municipal de Izquierda Unida en Valladolid ha criticado que al Ayuntamiento le baste con no sobrepasar los niveles de ilegalidad de calidad del aire a pesar de que se "desborden" los niveles recomendables y se superen "reiteradamente" las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A su juicio, la lectura de los datos que han hecho el alcalde y el concejal delegado responsable de la calidad del aire es "una muestra más de la escasa exigencia que este Ayuntamiento tiene respecto a la política medioambiental".

IU, en un comunicado recogido por Europa Press, ha indicado que "si no conviene hacer lecturas interesadas de los datos presentes, menos aún hacer promesas irracionales" y se ha preguntado cómo va a llevarse a cabo la reducción planteada si a la vez se promocionan los aparcamientos rotatorios en las áreas más congestionadas de la ciudad".

En este sentido, ha explicado que saben que los principales valores negativos de la calidad del aire, las partículas en suspensión y el ozono, están asociados a los tubos de escape de los automóviles y los aparcamientos rotatorios son el "principal enemigo" del "calmado" o atenuación del tráfico rodado.

Más sostenibilidad

Por ello, la formación considera que el Ayuntamiento debe velar por la salud de la ciudadanía y "está actuando de forma irresponsable si no mejora la calidad del aire", pero además "debe ponérselo fácil a los ciudadanos" y por ello aboga por fomentar el transporte público y la movilidad más sostenible (peatonal y ciclista), "evitando políticas contradictorias", sentido en el presentará una propuesta en la próxima reunión de la Agenda 21.

IU, que reclama la mejora del transporte público y, a su vez, de la calidad del aire, ha recordado que el pasado año estuvo caracterizado por "tres polémicas" en este campo, la primera el cambio de ubicación de las estaciones de medición, insuficientemente justificado por el Ayuntamiento.

La segunda, a su juicio, fue la relativa al factor de corrección aplicado en los datos sobre partículas finas, es decir por la "cocina" de los datos, "también tendente a una lectura más benévola", mientras que la tercera se refirió a los valores del ozono atmosférico que se registraron en el mes de agosto y que fueron los más elevados desde 2005.