El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha asegurado este jueves que no hay compromiso con entidad alguna para adjudicar la implantación y gestión de las nuevas tarjetas para el autobús urbano de la ciudad y será "el que más chifle" el que se quede con la concesión.

León de la Riva, en una rueda de prensa sobre calidad del aire en Valladolid, ha explicado que las condiciones en el pliego de la licitación, pero que "evidentemente" se adjudicará al "mejor postor".

En este sentido, el alcalde, quien ha recordado que en esta licitación hay contraprestaciones publicitarias, ha incidido que ya no hay "una batalla" como antes entre León y Salamanca o Valladolid según la ubicación de la entidad porque no la hay en ninguna de estas tres ciudades ni en Castilla y León.

Por ello, ha adelantado que se irá "a cara de perro" y "el que más chifle" se quedará con esta concesión, cuyo pliego de licitación ha aprobado este miércoles el Consejo de Administración de la empresa municipal de autobuses de Valladolid (Auvasa).

Plazos y condiciones

A licitación para la implantación y gestión de las nuevas tarjetas de uso del servicio con el sistema 'sin contacto' podrán optar las entidades financieras que cuenten con más de diez oficinas en la capital y podría presentarse una docena hasta el 13 de febrero, que se cierra el plazo de presentación de ofertas.

La concesionaria tendrá que asumir la renovación de las en torno a 200.000 tarjetas de bonobús, que tendrán que ser "totalmente nuevas" para que funcionen sin necesidad de introducirlas en la máquina canceladora.

También se tendrán que encargar de la sustitución de las terminales portátiles de los quioscos en las que se puede recargar las tarjetas, así como del mantenimiento del servicio.

Los dispositivos de los autobuses ya se encuentran instalados desde hace tiempo y el sistema ha funcionado a modo de prueba con las tarjetas de trabajadores de la empresa y de los jubilados y pensionistas.

La adjudicataria no obtendrá, según los pliegos, contraprestación económica, sino tan sólo la cesión de espacios publicitarios en las propias tarjetas, los billetes, mapas del servicio de autobús, en los puntos de información de las paradas y en un 10 por ciento de la carrocería de los vehículos.