La Junta de Castilla y León ha recibido 39 peticiones de mediación familiar gratuita a lo largo del pasado año, la mayor parte de ellas (37) por conflictos de pareja y otras dos entre hermanos, de las que ha concedido 26, denegado ocho, tres han desistido y otras dos están aún en trámite.

La mediación familiar es un instrumento de ayuda profesional para la búsqueda de soluciones y acuerdos cuando se produce o se va a producir una ruptura de pareja y en otros conflictos familiares. Se trata de una intervención profesional realizada por una persona mediadora cualificada, neutral e imparcial, con el fin de crear entre las personas en conflicto un marco de comunicación que les ayude a gestionar su ruptura.

Las solicitudes presentadas a lo largo del ejercicio que acaba de terminar, en el que se ha aprobado precisamente el Decreto de Mediación Familiar, se agrupan en 24 expedientes (ya que en varios casos son solicitantes las dos partes en conflicto).

Del total, se han concedido 16 expedientes, es decir, cumplen todos los requisitos para ofrecerles gratuitamente los servicios prestados por el mediador en los procedimientos de mediación familiar, y de éstos, en once casos ya se han iniciado los procedimientos de mediación, en tres no se han iniciado por el rechazo de la otra parte a implicarse en el proceso de mediación familiar y dos están pendientes de iniciar.

De los once expedientes iniciados, diez pertenecen a conflictos de pareja y uno a conflicto entre hermanos por cuidado de padres, según los datos facilitados a Europa Press por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

Cinco de los expedientes iniciados, cinco han finalizado, cuatro de ellos con acuerdo y uno sin acuerdo por las partes mientras que seis permanecen en curso.

En este proceso, que se lleva a través de Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, el mediador sirve de guía en el proceso y ofrece a la familia la oportunidad de alcanzar un acuerdo, para lo que facilita la comprensión de las emociones inherentes a los conflictos, intereses y necesidades de todas las personas implicadas.

El proceso de mediación familiar puede iniciarse de forma previa a un proceso judicial, durante un proceso judicial (paralizando éste) o con posterioridad a la sentencia judicial. En caso de denegación del derecho a la mediación gratuita por no cumplir los requisitos establecidos, el solicitante podrá contratar un abogado particular.

Actualmente, el Registro de Mediadores Familiares de Castilla y León cuenta, a fecha actual, con 183 inscritos, 158 de los cuales pertenecen al turno de mediación familiar, y las provincias en las que hay un mayor número de ellos son Valladolid y Burgos. Entre las profesiones más comunes que realizan esta labor están los licenciados en Derecho, Psicología y Psicopedagogía y Trabajo Social.