Mientras el Centro Galego de Arte Contemporánea de Santiago de Compostela mantiene en cartel El sendero sinuoso, una colectiva de 59 artistas en homenaje al fotógrafo Jeff Wall, éste expone las obras que ha realizado en los dos últimos años la galería Marian Goodman de Nueva York.

No hay grandes novedades, ni en el fondo ni en la forma, en las fotos más recientes de Wall (Canadá, 1946), que sigue moviéndose en los terrenos del neodocumental, género al que algunos llaman neorrealismo.

En una de las fotos un crío se desploma peligrosamente y de cabeza desde la rama de un árbol; en otra, una pareja de chicos, perfectamente ataviados como boxeadores, pelean en un salón post moderno... Ambas situaciones, desde luego, son falsas. Se trata de montajes.

Como es habitual, se trata de obras de gran formato, algunas de ellas conseguidas tras un complicado proceso de producción, similar al de algunas películas de cine. Lo real y lo falso, la escala y el minimalismo y la foto-concepto y la abstracción son algunos de los temas de este artista que ha sido llamado "el fotógrafo de la vida contemporánea".

Wall, uno de los artistas más venerados de las últimas décadas, ha expuesto en todos los grandes museos del mundo. Aunque su exposición en el MoMa en 2007 fue el momento de la consagración definitiva.

A lo largo de su carrera, Wall ha utilizado la fotografía de una forma versátil y cinematográfica. Sus instalaciones de fotos montadas sobre superficie con luz trasera y el empleo del papel cibachrome son dos de las características más notables de su obra.