Los cultivadores provisionales de fincas del antiguo Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) que tengan una antigüedad de diez o más años de cultivo en las mismas podrán beneficiarse de hasta un 65 por ciento de reducción en la valoración de las explotaciones a enajenar.

Así lo ha publicado el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) mediante una disposición adicional a la Ley 1/2011 de 17 de febrero, de reordenación del sector público. Además, el Gobierno andaluz dará la posibilidad de realizar la hipoteca, a 20 años y con un interés fijo del 3,5 por ciento fijo, a los cultivadores provisionales interesados.

La Consejería de Agricultura y Pesca facilita así el acceso de los adjudicatarios a la propiedad, con especiales condiciones de financiación. Según dicha disposición, la enajenación de fincas a este colectivo, al igual que ya sucede con los concesionarios, no se realizará a precios de mercado, sino de acuerdo a la rentabilidad de la finca en cuestión.

De este modo, se aplicará sobre ese precio una reducción de hasta el 65 por ciento en función de criterios de antigüedad en la explotación, generación de empleo y esfuerzo inversor que hayan realizado en dicha finca; siendo además la propia Junta de Andalucía la que conceda la hipoteca aquellos cultivadores que lo soliciten.

A finales de 2011 concluyó el plazo para solicitar la adquisición de fincas del IARA, que se ha saldado con el cien por cien de las tierras comprometidas. Los interesados cuentan con un plazo de seis meses a contar desde la notificación de la resolución para formalizar la transmisión de la propiedad. Hasta la fecha, ya se ha resuelto la compra de fincas por un valor total que supera los 10,6 millones euros.

La venta de tierras del antiguo IARA, que se puso en marcha hace algo más de un año para la finalización de asentamientos agrarios, tiene como principal objetivo resolver la situación de los colonos, poniendo en valor el patrimonio agrario andaluz, considerado un elemento generador de riqueza y empleo en el mundo rural.