La Generalitat ha aprobado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) acordado entre la dirección de la planta de Ford en Almussafes (Valencia) y los sindicatos de la factoría, que afectará a un máximo de 4.959 trabajadores de las plantas de fabricación de vehículos y sus departamentos auxiliares durante 39 días en 2012 y que tendrá como periodo de vigencia desde el 16 de enero hasta el 14 de octubre.

Dentro de ese mismo expediente, se prevé suspender los contratos de 300 trabajadores —elegidos en turnos rotativos— del 11 de junio al 14 de octubre, después de que la planta deje de fabricar el Fiesta y hasta que empiece a producir el Kuga, tal y como preveían sindicatos y empresa cuando alcanzaron ese acuerdo.

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la empresa y de la administración autonómica, quienes han señalado que la Generalitat únicamente se encargó de mediar entre las partes y que éstas fueron las que acordaron tanto el número de afectados como las condiciones.

El 1 de diciembre, el comité de empresa ratificó el preacuerdo alcanzado con la dirección para interrumpir la producción durante 39 días, después de que los responsables de la compañía accedieran a complementar la cantidad percibida por los cerca de 4.000 afectados de modo que cobren el 80 por ciento del "salario real" y el 100 por ciento de las pagas extras, como en los expedientes de 2009.

Esa propuesta fue aprobada con los 20 votos favorables de los representantes de UGT —sindicato mayoritario— y se ha impuso así a las presentadas por el resto de organizaciones con representación en la empresa. Según fuentes sindicales, la de CCOO —seis votos— también se mostraba favorable al acuerdo pero con otros criterios, mientras que STM —tres votos— exigía que los afectados cobrasen su salario íntegro y CGT —dos votos— pedía que se rechazase el ERE.

En concreto, recogía que esos 39 días sin fabricación se distribuyan once en el primer trimestre, nueve en el segundo y los 19 restantes en el tercero, hasta el 11 de octubre, y se agrupen siempre "en torno a los periodos vacacionales".

La empresa achaca ese ERE, que dejará fuera a los trabajadores de la planta de Motores, a la "necesidad de readaptar sus instalaciones a la llegada de nuevos modelos" y a la previsión de que la demanda de automóviles en Europa siga "débil" en 2012.

En un comunicado, la sección sindical de CGT ha lamentado que la administración "ceda con tanta facilidad" a las peticiones de Ford relativas a unos ERE que "suponen graves perjuicios para los trabajadores y cuantiosos gastos para las arcas públicas" dado que, a su juicio, "resulta evidente" que la multinacional tiene beneficios.