La gran mayoría de los establecimientos turísticos, concretamente un 78 por ciento, pide una intervención "clara" de las administraciones públicas a la hora de favorecer la implantación y llegada de las compañías de bajo coste, aunque sólo el 56 por ciento acepta que se paguen subvenciones económicas, según el informe 'El impacto de las compañías de bajo coste en los aeropuertos andaluces', realizado por el Centro de Estudios Andaluces, al que tuvo acceso Europa Press.

Esta reclamación, según el estudio, deviene de la idea generalizada de "lo mutable" que es el fenómeno de las aerolíneas de bajo coste, que cambian de destinos de forma recurrente. Esta idea "retroalimenta la necesidad manifestada por el sector de que las administraciones públicas deban intervenir para que el efecto neto de dicha mutabilidad favorezca a sus respectivos aeropuertos".

Destaca en esta situación, el aeropuerto de Granada-Jaén, con un 91 por ciento de apoyo a la intervención para la atracción de las compañías de bajo coste y con un 68 por ciento a favor de conceder subvenciones económicas y, en general, los establecimientos turísticos entrevistados el entorno de los aeropuertos de Granada-Jaén, Jerez y Sevilla frecen en general una visión "muy positiva" del fenómeno de las aerolíneas de bajo coste.

Además, el informe destaca que la mayoría del sector turístico encuestado considera a las aerolíneas de bajo coste como "sustitutos perfectos, incluso para muchos mejor, de las aerolíneas tradicionales". Así, el sector turístico de los aeropuertos secundarios cree haberse beneficiado "claramente" de la llegada de las aerolíneas de bajo coste y está preparado para estudiar estrategias más elaboradas para la atracción de estas aerolíneas y reclama "firmemente" un organismo que coordine este tipo de ayudas.

No obstante, una visión más crítica es la de las agencias de viajes que han visto cuestionado su labor de intermediación, ya que, según señala el estudio, el modelo de gestión que han desarrollado las compañías de bajo coste ha buscado expulsar del mercado los servicios de intermediación, principalmente las agencias, pero también de los touroperadores en la venta de billetes aéreos.

Si bien, el informe resalta que las compañías de bajo coste han contribuido al incremento del mercado de turismo y ocio que se está dando a nivel mundial y generar oportunidades de negocios para todos los establecimientos turísticos, incluidas las agencias de viajes, que "han visto cuestionado su monopolio de intermediación sobre todo por la revolución que ha supuesto Internet".

En España la fórmula más utilizada para atraer a estas aerolíneas son las ayudas concedidas por las administraciones públicas que pueden ser directas por pasajero o indirectas a través de campañas publicitarias y, en el caso de la Comunidad Autónoma de Andalucía se encuentran ejemplos de estrategias independientes por parte de cada aeropuerto/ciudad, lo que genera "guerras por la captación de tráficos".

En este sentido, se observa una gran demanda en el sector turístico de las tres ciudades —Sevilla, Granada-Jaén y Jerez— de que exista un organismo específico encargado de la captación de nuevas rutas y conexiones.

Excepción en málaga

El informe señala que el efecto de la llegada de Ryanair en todos los aeropuertos andaluces es positivo, con la excepción de Málaga, cuyo efecto indirecto es "ligeramente negativo" y el efecto total es "nulo".

Así, aunque la mayoría de los efectos indirectos son positivos, en el caso del aeropuerto de Málaga se encuentra "una clara incompatibilidad" del modelo de esta aerolínea con los restantes tráficos del aeropuerto y el efecto total de su llegada es "despreciable" de este aeropuerto.

Frente a esto, en Granada ha tenido grandes efectos positivos sobre los tráficos del aeropuerto. Así, Ryanair, la primera compañía de los cost, es responsable, desde su llegada y hasta diciembre de 2008, de un 37 por ciento de los tráficos del aeropuerto y esta aerolínea ha señalado las posibilidades de operar en Granada-Jaén a otras aerolíneas.