Mercadillos y ferias se apoderan de las plazas reformadas en el centro de Madrid

Para unos, el centro de Madrid se está convirtiendo en "un parque temático". Otros lo ven más como "un centro comercial al aire libre". Y muchos incluso acusan al Ayuntamiento de "hacer negocio con el espacio público", privando al peatón de su disfrute. Más allá de opiniones, lo cierto es que las plazas de la capital están permanentemente ocupadas por casetas comerciales. Estos días, los reyes son los mercadillos navideños. Pero durante todo el año se suceden las ferias medievales, los puestos de artesanía y las performances publicitarias más o menos discretas. "No tenemos la plaza libre ni un fin de semana al año", protesta un vecino de Soledad Torres Acosta (plaza de los Luna).

En estas fechas, la invasión de casetas se ha extendido sin freno, como ha comprobado 20 minutos: una pista de patinaje, un abeto y una instalación comercial ocupan casi toda la explanada de Callao; una rampa para esquiar y otra pista de hielo saturan la plaza de los Luna, un pueblo de cartón piedra se levanta en medio de Jacinto Benavente y toda la plaza de España parece un mercado de abastos. La única que se libra es la de Las Cortes, por razones de seguridad, dada la proximidad al Congreso.

Ni siquiera se respeta la estatua de Isabel II en Ópera, que estos días está, literalmente, empaquetada dentro de una caja de cartón de Correos. En los últimos meses, por poner solo unos ejemplos, una marca de bebidas convirtió Montera en Londres, otra empresa plantó un campo de trigo en Callao, poco después se levantó un hotel hecho de basura en la misma plaza y una compañía de telefonía instaló una carpa con su emblema en plena explanada de Felipe II.

"Si solo fuera durante los 20 días de Navidad lo comprenderíamos. Pero esto ocurre todo el año. Cuando no son las terrazas, son los mercadillos. Está bien para el que viene de fuera, pero los vecinos ya estamos cansados de este uso comercial intensivo", apunta José Carlos Nicolau, de la asociación de vecinos de Justicia.

De hecho, no son pocos los que sospechan que la eliminación de bancos, árboles y parterres fue una estrategia premeditada por el Ayuntamiento para convertir las plazas en explanadas comerciales. "La intención era clara: liberaron espacio para luego cobrar por su uso comercial", opina Juan Carlos Mora, presidente de la asociación vecinal de Las Letras. En tiempos de crisis, el Consistorio obtiene unos beneficios nada desdeñables mediante la "tasa por utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público".

Este año, la Hacienda municipal ha recaudado 2,2 millones de euros mediante el ‘alquiler’ del suelo para colocar puestos (sin contar las terrazas, por las que ha obtenido casi 6 millones). Para 2012, espera lograr 2,6 millones (un 17,8% más), según los presupuestos.

Los vecinos preparan un escrito "para que la Fiscalía intervenga y evite que el Ayuntamiento siga privatizando las plazas públicas, está usurpando el espacio a los vecinos para vendérselo a los intereses privados", apunta Mora. Prevén presentarlo en los tribunales en el plazo de un mes.