El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, ha invitado a los fieles a valorar "cada vez más el auténtico significado de la Navidad" ya que es eses descubrimiento "el que puede ayudar a superar las penurias que limitan la alegría familiar, y el pesimismo que muchas veces invade el corazón humano".

En su mensaje de Navidad 2011, recogido por Europa Press, Santiago García Aracil ha reconocido que resulta "difícil" la celebración "externa" de la Navidad "en tiempos de tanta penuria, de tanto sufrimiento, de tanta hambre, de tanto paro y de tanta desavenencia familiar y social y de tanto alejamiento de Dios".

García Aracil ha explicado que la Navidad, que va siempre acompañada de un ambiente de fiesta, de alegría familiar, de celebraciones entre amigos, de regalos y de algunos extraordinarios en las comidas y en las diversiones, "acentúa la tristeza de quienes no cuentan con recursos materiales para ello".

"Constatamos que la fiesta, que motiva en unos la alegría, es causa de pesar para otros", señala el arzobispo de Mérida-Badajoz, quien ha recordado que "la esencia de la Navidad está en el acercamiento de Jesús a todos los hombres y mujeres que quieran recibirle en su espíritu y en su vida".

Según explica en su Carta de Navidad, "este acontecimiento de amor es motivo de gozo interior, de fuerza para soportar los malos trances, y de ayuda para pensar en el verdadero sentido de nuestra vida", pero entiende que la "la unidad del cuerpo y el alma" que caracteriza al ser humano, "motiva la fiesta exterior" cuando se celebra un acontecimiento interior.

Por eso, García Aracil ha considerado que la "imposibilidad" de vivir y expresar, familiar y socialmente la fiesta exterior, "puede ensombrecer la celebración del acontecimiento interior", por lo que ha invitado a los cristianos a "procurar, por los medios legítimos a nuestro alcance, que se vaya descubriendo y valorando cada vez más el auténtico significado de la Navidad".

Santiago García Aracil concluye su mensaje deseando que "esta Navidad sea una ocasión para afianzar nuestra fe, para fortalecer nuestra fidelidad y para renovar nuestra entrega caritativa y apostólica".