El secretario de Comisiones Obreras en Castilla y León, Ángel Hernández, ha reconocido la actitud de diálogo de la Junta en la negociación de la reducción de liberados sindicales que se ha materializado este viernes —habrá 292 representantes menos hasta el 31 de diciembre de 2017—, una posición que ha diferenciado de las medidas adoptadas en otras comunidades autónomas.

Tras reconocer que se trata de un tema "ciertamente delicado" ante la "basura" que se ha echado, además, encima de los representantes sindicales, Hernández ha defendido la necesidad de "arrimar el hombro", como lo han hecho otros segmentos de la sociedad.

En una entrevista a la agencia Europa Press, Hernández ha admitido que la negociación de la reducción de liberados sindicales en Castilla y León se ha llevado a cabo con discreción en una serie de negociaciones en las que se dibujó un escenario de acuerdo en el que CC.OO entendió, según ha explicado, que, al igual que se han pedido "sacrificios" a los empleados públicos, los sindicatos podían ayudar en esta situación de crisis y lanzar un mensaje a la sociedad.

"Si hay que arrimar el hombro lo vamos a hacer y, además, gustosamente", ha defendido el líder de CC.OO en Castilla y León, para quien la preocupación del sindicato en este tema era que la Junta pusiera en práctica esta medida de ajuste como lo han hecho otros gobiernos autonómicos, es decir, por vía del decreto y de la imposición o como "una receta para siempre".

En este sentido, ha insistido en que el acto diferencial en Castilla y León es que se ha tratado de una "decisión excepcional" por un caso excepcional de crisis lo que ha llevado a acordar esa suspensión "temporal y gradual" de la aplicación del 'Pacto sobre Derechos de Representación Sindical en el ámbito de la Administración de la Comunidad', que, según ha asegurado, se retomará cuando la situación económica lo permita.

Redoblar esfuerzos

En este periodo de reducción de liberados sindicales en Castilla y León, el secretario regional de CC.OO. ha abogado por "redoblar" los esfuerzos y el trabajo por parte de los que queden y por aumentar la dedicación de horas de militancia, como ya ocurre en la actualidad, según ha reconocido.

"No creo que tenga que haber grandes problemas", ha considerado Ángel Hernández, que ha recordado, no obstante, que Castilla y León es una comunidad muy grande y extensa donde la representación de los derechos de los trabajadores es más complicada. "Cada organización sindical se las tendrá que apañar", ha admitido el secretario regional de CC.OO., que ha añadido que los sindicatos tendrán que reordenar sus estructuras para acomodarlas a la nueva situación.