Once civiles y cinco supuestos delincuentes murieron este jueves en el norte del estado mexicano de Veracruz tras un ataque armado contra tres autobuses de pasajeros, según informaron fuentes oficiales.

Un grupo armado, integrado por cinco personas, atacó esta madrugada tres autobuses cuando circulaban por la carretera Tempoal-Pánuco, en los límites de Veracruz (este) con el norteño estado de Tamaulipas, y causó la muerte de siete pasajeros.

Los cinco supuestos delincuentes mataron a cuatro personas más en el municipio de El Higo, y después fueron abatidos por las fuerzas del orden, señaló la fiscalía de Veracruz en un comunicado.

Tras los ataques a los autobuses, miembros del Ejército, de la Secretaría de Marina y de Seguridad Pública estatal pusieron en marcha un operativo para dar con los agresores, lo que ocurrió unas horas después.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) explicó que en el poblado de El Higo, los delincuentes mataron a tiros a tres personas "que se encontraban cargando una camioneta de verduras y en otro punto de la población arrojaron una granada provocando la muerte de una persona más".

Más tarde en la carretera "asaltaron un autobús en donde asesinaron a dos pasajeros", después en la misma carretera dispararon contra un segundo autobús y causaron la muerte de otras cuatro personas, y finalmente, "el conductor de un tercer autobús descendió de su vehículo y fue asesinado por los delincuentes".

En declaraciones a Milenio Televisión, la portavoz del Gobierno de Veracruz, Gina Domínguez, indicó que las autoridades ya reforzaron las medidas de seguridad en las carreteras del norte del estado para proteger a los usuarios.

El Gobierno mexicano puso en marcha en octubre pasado la operación "Veracruz Seguro" con el despliegue de fuerzas federales y el reforzamiento de tareas de inteligencia para garantizar la seguridad en la zona, sacudida por una ola de violencia.

La medida llegó tras los hallazgos de los cuerpos sin vida de 32 personas en tres viviendas, así como de otros 35 cadáveres arrojados en una transitada avenida de la zona turística de Veracruz, en el Golfo de México.

Las matanzas fueron atribuidas al cártel Jalisco Nueva Generación, también denominado "Los Mata Zetas", que surgió a raíz de las divisiones entre diversos grupos narcotraficantes tras la muerte en 2010 de Ignacio Coronel, alias "Nacho Coronel", uno de los cabecillas del poderoso cártel de Sinaloa. Dicha organización disputa a la organización criminal de Los Zetas el control de Veracruz, donde también operan el cartel del Golfo y algunos reductos de La Familia Michoacana.

Veracruz, en el oriente de México, es una zona de paso de miles de inmigrantes que buscan el sueño americano y un corredor para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.