Diez años de cárcel para cada uno de los dos acusados de homicidio en un paraje de Punta Umbría

El juzgado de lo Penal número 1 de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a diez años de cárcel a cada uno de los ciudadanos lituanos, E.S. y R.B., acusados de la muerte de un hombre identificado como J.H.C. y que residía en una tienda de campaña cercana a la de ambos en el paraje 'Los Enebrales', en Punta Umbría (Huelva), unos hechos que se remontan al 27 de julio de 2009.

El juzgado de lo Penal número 1 de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a diez años de cárcel a cada uno de los ciudadanos lituanos, E.S. y R.B., acusados de la muerte de un hombre identificado como J.H.C. y que residía en una tienda de campaña cercana a la de ambos en el paraje 'Los Enebrales', en Punta Umbría (Huelva), unos hechos que se remontan al 27 de julio de 2009.

Según han informado a Europa Press desde el Ministerio Fiscal, además de las penas de prisión, los acusados han sido condenados a pagar entre los dos una indemnización de más de 50.000 euros a la hija del fallecido.

El pasado 13 de diciembre ambos ciudadanos lituanos fueron condenados por unanimidad por un jurado popular tras dos sesiones judiciales. En la primera de estas sesiones, los condenados aseguraron no recordar nada por el estado de embriaguez en el que se encontraban cuando sucedieron los hechos, que se remontan al 27 de julio de 2009.

Durante su declaración E.S. señaló que no recordaba nada, excepto que hubo una discusión, sin embargo, según indicó el fiscal, en declaraciones anteriores éste culpó de los hechos a R.B y que él no participó, situaciones que ahora negó.

Del mismo modo, insistió en que recuerda "haberlo visto tirado en el suelo de espaldas", así como que lo metieron en una tienda de campaña para que nadie lo viera, pero no recuerda "si se movía o se quejaba".

A su vez, reconoció que se fue a bañarse a la playa tras mover el cuerpo, aunque aseguró que no tenía manchas de sangre "porque no había hecho nada", y que al día siguiente se fue a Sevilla, donde fue detenido, para solicitar su pasaporte en el consulado.

Por su parte, el otro acusado R.B. aseguró también que no recordaba nada de los hechos porque "estaba borracho" e insistió en que él y sus compatriotas —en total convivían cuatro: los dos acusados y dos lituanos más— "bebían durante todo el día" y que no conocía a la víctima, a pesar de reconocer a la Policía Judicial que lo conocía de vista.

En cuanto al día de los hechos, insistió en que sólo recuerda que fue detenido por la Guardia Civil y que un médico lo inspeccionó por una lesión en la mano izquierda producida, según declaró, por una pelea con uno de sus amigos. En la primera sesión también declararon agentes de la Guardia Civil, quienes corroboraron los hechos.

Por su parte, el Ministerio Fiscal consideró que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, del que R.B es autor material y E.S es cooperador necesario, por lo que pidió imponer a cada acusado la pena de 12 años de prisión con accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y abono de la detención y prisión preventivas sufridas.

Además, consideró que los acusados conjunta y solidariamente; indemnizarán a la hija del fallecido, salvo que se acredite la existencia de otros parientes vivos del fallecido, en la cantidad de 150.000 euros.

Los hechos,

Según la fiscalía

Según reza el escrito de la Fiscalía, los acusados el día 27 de julio de 2009 se encontraban en el paraje 'Los Enebrales' de Punta Umbría, donde llevaban varios meses viviendo con otros dos compatriotas, en tiendas de campaña, cercanas al Hotel Barceló.

Así, la Fiscalía sostiene que los acusados y sus compatriotas, que carecían de trabajo fijo y vivían de recoger restos y bebidas de los contenedores del Hotel, se emborrachaban con frecuencia y se peleaban entre ellos "con violencia y agresividad".

Sobre 13,00 horas del citado día, los acusados se acercaron hasta una tienda de campaña cercana a las suyas, donde vivían desde hacía meses una mujer, L.F.M y un hombre, J.H.C. Ese día en la tienda estaba solo J.H.C, y los acusados le pidieron vino y como no tenía, le pidieron una radio, pero al no querer dejársela, "se pusieron agresivos y de forma sorpresiva R.B empezó a golpearle con los puños en el rostro y el tórax".

Al intentar defenderse, E.S. se sumó a la agresión y tras tirarlo al suelo, le golpearon "con patadas por todo el cuerpo y también utilizaron un mango de una silla plegable hasta que quedó bocabajo y aturdido", momento en el cual, y mientras E.S. lo sujetaba, R.B., "se puso detrás a horcajadas y con su antebrazo, le estranguló, causándole la muerte por asfixia mecánica".

Una vez muerto, ambos lo arrastraron al interior de la tienda para que "no fuese visto" y a continuación escondieron su documentación y se fueron a bañar para quitarse la sangre y posibles restos del fallecido.

El cadáver fue descubierto por L.F.M., sobre las 14,00 horas y avisada la Guardia Civil, ésta se personó en el lugar, iniciando las investigaciones y deteniendo sobre las 15,00 horas y en la playa a R.B.

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