El acusado de agredir a su mujer y acuchillar a su suegro asegura que era ella la que le pegaba

Afirma que no "quiso pinchar" a su suegro y lo hizo para defenderse de los golpes que le estaba pegando con un palo
Juicio Acusado De Agredir A Su Esposa Y Acuchillar A Su Suegro
Juicio Acusado De Agredir A Su Esposa Y Acuchillar A Su Suegro
EUROPA PRESS
Juicio Acusado De Agredir A Su Esposa Y Acuchillar A Su Suegro

El hombre acusado de agredir a su mujer y acuchillar a su suegro ha asegurado este lunes que "nunca jamás" maltrató a su esposa, sino que era ella la que le pegaba, y ha afirmado que "no quería pinchar" al padre de su esposa pero tuvo que defenderse porque le estaba pegando con un palo en la cabeza.

Durante el juicio, que se ha celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, varios testigos, que a su vez eran familiares de los implicados en la causa, han afirmado que el matrimonio se llevaba "como el perro y el gato", "reñían muchas veces" y "oían gritos" de los dos, si bien nunca vieron al acusado, FJ.G.B., pegar a su mujer, aunque a algunos de ellos la mujer les comentó que era maltratada.

"me daba muy mala vida"

En su declaración, la esposa del acusado y supuesta víctima del maltrato ha asegurado ante la Sala que, en los 19 años que llevan juntos, su marido le ha tratado "muy mal", le ha pegado "puñetazos" y le ha insultado "toda la vida", "nunca la ha querido" y "le daba muy mala vida".

Según ha declarado oculta tras un biombo, el día que sucedieron los hechos que se enjuician —el acusado acuchilló a su suegro, A.B.V., cuando éste le fue a pedir explicaciones del trato que le daba a su hija—, la mujer ha relatado que, por la mañana, su esposo le pegó una "bofetada en la cara" y se la dejó "marcada", le "tiró de los pelos", le "agarró de cuello" y la amenazó con "pincharla a ella y a su padre".

Tras esa pelea que, según el marido y la familia de él se desencadenó porque la mujer no quería llevar a uno de sus hijos que estaba enfermo al hospital —motivo que ella ha negado—, la mujer fue a casa de su padre, que residía en el mismo poblado gitano de Maliaño en el que vivían, para pedirle ayuda.

A continuación, la supuesta maltratada ha explicado que su padre fue a buscar al marido, que se encontraba en casa de su madre y de su hermana —dentro del mismo poblado— "para defenderla".

Un "palo pequeñín"

En el juicio, el suegro del acusado ha explicado que acudió en busca de su yerno sin "maldad ninguna" y sólo para "dialogar". Sin embargo, ha reconocido que llevaba un "palo pequeñín" —con el que el FJ.G.B. le acusa de pegarle en la cabeza— pero sólo "para intimidar un poco".

Al contrario de lo que afirma el acusado, que mantiene que éste agredió con el palo y propinó una patada en el estómago a su madre y un puñetazo en el costado a su hermana, A.B.V. ha negado estos hechos y ha asegurado que no usó "para nada" el palo y que éste "se partió solo".

De hecho, ha asegurado que su yerno "lo de dio opción" y nada más asomarse a la casa, FJ.G.B. "se fue a por él" y "le comenzó a pinchar".

Por su parte, el acusado, su madre y su hermana, que piden para A.B.V. una multa de 1.620 euros y una indemnización de 2.220 euros por haberles agredido, han afirmado que este hombre llegó a su casa "como un loco", "amenazando" y diciendo al acusado que le iba a "matar" y, posteriormente, le comenzó a golpear con el palo "por todas partes".

La madre de FJ.G.B, que a su vez es hermana A.B.V, ha asegurado que el suegro de su hijo "iba a matarle" y si éste no se llega a defender "estaría en el cementerio".

Tanto la madre como la hermana del acusado, han asegurado que cuando A.B.V. estaba pegando con el palo a FJ.G.B., intentaron separarle, si bien les propinó una patada y un puñetazo, respectivamente, que las tiró al suelo.

Ambas han asegurado que no vieron a FJ.G.B. acuchillar a su suegro porque —han dicho— estaban en el suelo y "no se dieron cuenta" y, cuando se levantaron, A.B.V. "estaba ya pinchado".

"no quería hacerlo"

Durante su declaración, el acusado ha admitido que "pinchó" a su suegro "dos ó tres veces" pero ha mantenido que "no quería hacerlo". Según ha señalado, el padre de su mujer entró en la casa con el palo y le golpeó en la cabeza "por detrás" y "sin explicar nada" y también pegó una patada a su madre y un puñetazo a su hermana.

FJ.G.B. ha señalado que los golpes de A.B.V. le hicieron sangrar por la cara con lo que se le cegó la visión y, para defenderse, cogió "lo que pudo" —el cuchillo—.

A continuación, ha señalado que "salió corriendo del barrio", "lleno de sangre" porque tenía "miedo" de que el resto de la familia de su esposa "quisiera matarle".

El acusado se dirigió con el cuchillo hasta la comisaría de la Policía Local de Camargo y entregó el cuchillo a una agente, la cual ha corroborado que fue el propio acusado el que se dirigió a la comisaria y les entregó el cuchillo de 21,50 centímetros de hoja. Según ha explicado, FJ.G.B. llegó sangrando, con una herida en la cabeza. TESTIGOS

Durante el juicio, los testigos que cuando sucedieron los hechos se encontraban en la casa de enfrente, y que era miembros de esta familia de etnia gitana, han asegurado haber visto a FJ.G.B. mientras acuchillaba a su suegro pero no a A.B.V. pegándole con el palo.

De hecho, una mujer que presenció los hechos intentó quitar al acusado —al que el fiscal le imputa tres delitos de violencia de género: maltrato físico, amenazas leves y violencia habitual, y otro de intento de homicidio, reconociendo las atenuantes de confesión y alteración psíquica leve y pide tres años y seis meses de cárcel— el cuchillo y se cortó en una mano. Otra de ellas, ha señalado que vio pasar a FJ.G.B cuando iba a casa de su madre portando ya el cuchillo escondido en una manga.

Además, han explicado que, en anteriores ocasiones, habían oído "gritos" en casa del matrimonio pero —han dicho— eran "de los dos" y han reconocido que sabían que "tenían problemas", si bien "nunca se acercaron" ni vieron los maltratos porque cada uno estaba en su casa.

"Siempre estaban riñendo, ella dice que lo estaban maltratando", ha dicho uno de los testigos, quien ha reconocido que, ante esas acusaciones, "no hicieron mucho caso" a la víctima porque "ella estaba viviendo con él". "La sentíamos llorar", ha reconocido.

Por su parte, el padre de la mujer ha asegurado que, con anterioridad a los hechos, no sabía que su hija era maltratada por su marido. "Yo en la vida del matrimonio nunca me he metido", ha dicho.

Además, la madre de FJ.G.B. ha culpado de lo que ha ocurrido a la mujer de su hijo y ha afirmado que nada habría ocurrido si la víctima no se hubiera quejado a su padre.

PERITOS

En el juicio, han declarado varios peritos que se han referido a las capacidades cognitivas de FJ.G.B y han coincidido en que, si bien sufre un retraso mental, que han calificado de "leve", y han reconocido que podía afectar, ante determinado estímulos, a su impulsividad.

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