La bodega Tinto Jaramiel, ubicada en la localidad vallisoletana de Amusquillo de Esgueva, ha instalado en su nueva bodega un puente grúa que permite sacar la uva por su propio peso en el momento de la elaboración y, de este modo, fomentar, mejorar y cuidar la calidad del vino al asegurarse un proceso más artesanal.

Así lo ha explicado a la agencia Europa Press la propietaria de la bodega, María Teresa Zamora, que ha destacado la apuesta de Tinto Jaramiel por la instalación de este puente grúa, una maquinaria más propia de las grandes bodegas que los impulsores han decidido incluir en su nuevo proyecto en una aspiración de "contar con lo mejor en tecnología".

"Con este sistema por gravedad conseguimos que la uva no sufra los trasiegos y los bombeos", ha precisado María Teresa Zamora, que ha insistido en la importancia de tratar "mucho mejor a la uva" y de apostar por un sistema "más natural" para la elaboración del vino. "Para nosotros era muy importante la calidad y teníamos que contar con ese sistema, costase lo que costase", ha reiterado la bodeguera.

Otro de los retos de la bodega Tinto Jaramiel pasa por sacar al mercado este mismo año su rosado, del que han elaborado unos 600 litros, un producto que "ha gustado mucho" y del que "estamos muy, muy contentos". Este vino, del que la bodega tiene vendida ya la mitad de la producción a particulares, saldrá a la venta este mismo lunes aunque sin etiquetar.

Apuesta por el rosado

María Teresa Zamora ha asegurado que se trata de una apuesta de futuro y se ha mostrado convencida de que seguirán en este camino y de que aumentarán la producción de rosado.

Tinto Jaramiel es un proyecto de los bodegueros María Teresa Zamora y Honorato Calleja, un matrimonio que comenzó su andadura en el sector en el año 2001 cuando adquirió una parcela en la localidad vallisoletana de Valbuena de Duero, en la cuna de la Ribera del Duero, para plantar viñedo, "nunca con la intención de hacer una bodega", ha reconocido su impulsora.

La primera recolección de uva y los "problemas" para vender la primera vendimia llevó a María Teresa Zamora y a Honorato Calleja a construir en el año 2005 una pequeña bodega en Amusquillo de Esgueva, de donde son oriundos, para transformar, al menos, la mitad de la uva lo que les permitió sacar a la venta su primer vino etiquetado en 2006.

Esa pequeña bodega de 64 metros cuadrados ha sido ampliada este año cuando Tinto Jaramiel ha estrenado unas nuevas instalaciones de unos 300 metros cuadrados con el objetivo de consolidar el proyecto vitivinícola y, "tras una fuerte inversión", dotarle de nueva tecnología.

La bodega Tinto Jaramiel comenzó su andadura con una producción de 9.000 botellas etiquetadas, cifra que ha llegado en la actualidad a las 15.000, una producción que "tampoco es muy grande", ha admitido. El objetivo a largo plazo de esta bodega familiar es llegar a elaborar toda la uva que produce en su viñedo de Valbuena de Duero, unos 35.000 kilos de la variedad cien por cien tempranillo de los que ahora sólo transforma la mitad.

"El momento que estamos pasando —en referencia a la crisis y a la caída del consumo— no nos permite hacer una gran ampliación", ha considero María Teresa Zamora, que ha garantizado que las nuevas instalaciones están preparadas para ese objetivo aunque "hay que ir muy despacito".

Tinto Jaramiel vende su producción a particulares, especialmente en la provincia de Salamanca, donde los vinos de esta bodega vallisoletana se han hecho un hueco fundamentalmente por el "boca a boca", y al sector de la restauración, mayoritariamente en Castilla y León aunque también tiene presencia en el mercado nacional.

En este sentido, María Teresa Zamora ha informado de que otra de las aspiraciones de la bodega Tinto Jaramiel está en la exportación, un mercado que están explorando y en el que han iniciado ya algunos contactos con el objetivo de "poder sacar algo fuera" a primeros de 2012.

Corazón amarillo,

Sinónimo de calidad

La producción de la bodega está etiquetada bajo la marca 'Tinto Jaramiel', nombre del arroyo que pasa por su parcela, y amparada por el sello de calidad 'Tierra de Sabor', el "corazón amarillo" que, según ha asegurado la bodeguera, les ha "venido muy bien" ya que "es una garantía de calidad".

La mayor parte de las botellas, 12.000, son del 'Tinto Jaramiel' de cuatro meses en barrica mientras que las otras 3.000 son del 'Tinto Jaramiel' de doce meses en barrica ya que, al tratarse de una bodega perteneciente al marchamo 'Vinos de la Tierra de Castilla y León' no puede elaborar crianzas.

Las instalaciones cuenta con depósitos de 5.000 y 10.000 litros, en el convencimiento de sus impulsores de que los depósitos más pequeños favorecer una mayor calidad del vino, y cuentan con un sistema de control de frío y calor, "algo que para nosotros también ha sido muy importante".

María Teresa Zamora ha recordado que la bodega Tinto Jaramiel es de carácter totalmente familiar cuyos miembros se encargan tanto de las labores de poda en el campo como de la venta del producto final.

La bodeguera ha destacado de su vino su "personalidad". "Es un vino diferente", ha asegurado Zamora, que situado las particularidades del 'Tinto Jaramiel' en la altitud del viñedo, a 880 metros, plantado en una tierra con una parte caliza y otra parte arcillosa que da al vino mineralidad y terruño.

María Teresa Zamora y Honorato Calleja también han decidido abrir al público sus nuevas instalaciones para lo que han iniciado un programa de visitas guiadas con catas al que han sumado también el propio viñedo de Valbuena de Duero.