Las matriculaciones de automóviles en la Comunitat Valenciana se situaron en 1.750 unidades en los quince primeros días de diciembre, lo que supone una caída del 6,4 por ciento respecto al mismo periodo de 2010, según datos del Instituto de Estudios de Automoción (IEA) facilitados a la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), que representa a 2.400 concesionarios y 3.000 compraventas.

Las compras de particulares, consideradas el verdadero 'termómetro' del mercado, descendieron de forma relativamente uniforme en la mayor parte de las comunidades autónomas debido a la retracción del consumo por la ausencia de financiación y desconfianza en la evolución de la economía. En la Comunitat, las compras de particulares se han marcado un retroceso del 9,2 por ciento, hasta situarse en 1.196 unidades en la región.

En términos regionales, llama la atención el hecho de que la mitad de las comunidades autónomas redujese sus ventas respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que en la otra mitad ocurrió justamente lo contrario.

Así, las mayores caídas se produjeron en Cantabria (-27,3%), Galicia (-23,9%), Castilla y León (-20,2%), Madrid (-15,4%), Andalucía (-10,4%), Castilla-La Mancha (-7,9%), Aragón (-2,2%), Murcia (-1,5%) y País Vasco (-0,1%).

En el lado opuesto, se registró un alza de las ventas en Baleares (+61,7%), Canarias (+21,6%), La Rioja (+21,0%), Asturias (+19,0%) Cataluña (+10,6%), Ceuta y Melilla (+7,8%), Extremadura (+2,5%) y Navarra (+1,9%)

Datos nacionales

En el conjunto de España, las ventas crecieron un 5,1 por ciento, con 20.604 unidades en esta quincena.

Para el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, señaló que la caída de las ventas en esta quincena refleja cómo "la incertidumbre se extiende a todos los canales por excepción, y que sólo es aliviada por el buen comportamiento coyuntural de algunos sectores muy concretos como el turismo".

En este sentido, subrayó la necesidad de que el nuevo Gobierno tome medidas "cuanto antes" para devolver la confianza, algo que pasa necesariamente por la creación de empleo y la reactivación del consumo que, en el caso del automóvil, podría articularse a través de ayudas directas vinculadas al achatarramiento de los vehículos de mayor edad.

Según recordó, "la experiencia de planes de este tipo como fue en su día el Prever o el reciente 2000E evidencian el incentivo psicológico que estas ayudas, con independencia de su cuantía, juegan para reactivar las ventas y reducir la antigüedad del parque, en el que hoy por hoy un 43,7% supera los diez años".