Ser el más simpático de la oficina puede salir caro a final de mes. Según una investigación realizada por The Journal of Personality and Social Psychology las personas agradables en su ambiente de trabajo ganan menos que aquellos que no lo son.

Según el estudio, aquellos que cruzan la puerta del despacho con una sonrisa, los que se despiden antes de acabar la jornada, los que llevan dulces el día de su cumpleaños o felicitan a sus compañeros en celebraciones especiales tienen menos posibilidades de obtener un mejor sueldo.

El motivo parece ser que las personas más agresivas, o con una actitud firme, tienen a su vez un discurso más asertivo y eficaz a la hora de negociar sus condiciones salariales o ascensos dentro de la empresa.

El informe, que analiza las circunstancias de 10.000 trabajadores, demuestra que los hombres que son considerados amables cobran hasta un 18% menos que sus compañeros.

La diferencia salarial entre empleados bordes y simpáticos es de un 5% menos en el caso de las mujeres, destaca la investigación, con lo que la prima salarial por no mostrarse agradable es casi el triple en el caso de los hombres que en el de las mujeres.