La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Soledad Pérez, ha inaugurado este martes las jornadas sobre 'La integración de la perspectiva de género en programas y proyectos sociales', organizadas por el IAM en colaboración con la Fundación Enlace con el fin de concienciar a 70 profesionales de entidades sociales de la necesidad de aplicar la transversalidad de género en sus proyectos, dado que las necesidades de las personas beneficiarias pueden variar en función del sexo, resaltando que el 72 por ciento aproximadamente de las personas perceptoras del Programa de Solidaridad contra la marginación en Andalucía son mujeres.

Durante su intervención, Pérez ha subrayado algunos datos sobre "la feminización de la pobreza" como que las mujeres representan el 50,5 por ciento de la población andaluza, el 47,7 por ciento de la población extranjera de nuestra comunidad y el 65 por ciento de las personas dependientes en Andalucía. Además, son el 61,9 por ciento de las personas que se gradúan en la Universidad, pero a su vez son las que menos emprenden y las que sufren una brecha salarial respecto a sus compañeros de trabajo del 33 por ciento. Por problemas de conciliación, las mujeres tienen un mayor número de contratos a tiempo parcial que los hombres, en concreto 420 por cada 100 hombres; ellas cobran menos pensiones de jubilación que ellos, tres por cada diez; , y copan el 86 por ciento de las pensiones asistenciales.

Representan el 65 por ciento de las personas dependientes en Andalucía y, a partir de los 80 años, duplican en número a los hombres. Junto a todo ello, un dato claro sobre la feminización de la pobreza, el 72,2 por ciento de las personas perceptoras del Programa de Solidaridad para la erradicación de la marginación en Andalucía son mujeres, según ha señalado el IAM en una nota.

Asimismo, la directora del IAM ha lamentado que, pese a que todos los datos indican que las mujeres tienen "mayor riesgo de exclusión económica y social", derivado precisamente de la discriminación por razón de género, la realidad "es que la mayor parte de los proyectos y programas sociales no están diseñados desde una perspectiva de género", ya que no tienen en cuenta las particularidades y diferencias entre hombres y mujeres en cualquier actividad.

Frente a ello, Soledad Pérez ha abogado por tener presente el género como categoría social a analizar en cualquier análisis e intervención, lo que redundará en una mayor eficacia del proyecto.

Personal técnico en transversalidad

En concreto, la directora ha instado a las organizaciones sociales a formar a su personal técnico en transversalidad, a incluir la perspectiva de género en sus objetivos y estrategias y a sensibilizar a las propias personas beneficiarias de manera progresiva.

Igualmente, ha alertado de los posibles obstáculos que se pueden encontrar en la práctica, tales como la propia estructura organizativa patriarcal, la falta de sensibilización de los equipos, el excesivo proteccionismo con las mujeres o la resistencia de las propias beneficiarias. Como ejemplo, Pérez ha planteado el caso de una mujer que, por razones prácticas, solo quiera la jornada a tiempo parcial, sin ser conscientes ella y las personas que le ayudan de que un menor sueldo le hace más dependiente a corto y largo plazo.

Finalmente, la directora ha recordado que el Instituto Andaluz de la Mujer lucha por la integración de mujeres en riesgo de exclusión social a través de una línea de subvenciones a programas para mujeres reclusas, inmigrantes, madres jóvenes, mujeres prostituidas y víctimas de trata y otras mujeres en situaciones de riesgo social. El pasado año el IAM destinó casi un millón de euros a 53 programas, lo que permitió atender a 9.637 mujeres y 246 menores.