La sala de exposiciones de la Iglesia vallisoletana de Las Francesas acoge desde este lunes el tradicional Belén navideño, creado con el trabajo de la familia Rodríguez Salmerón y de la Asociación Belenista Castellana y que ocupa un espacio cercano a los 40 metros cuadrados.

La concejal de Cultura, Comercio y Turismo del Ayuntamiento, Mercedes Cantalapiedra, y el tesorero de la Asociación Belenista, Ricardo Rodríguez, han presentado este lunes el nacimiento, en el que los miembros de la agrupación y de la familia Rodríguez Salmerón han empleado casi una semana para llevar a cabo su instalación.

La muestra permite observar tradiciones y oficios de los pueblos de Castilla, y como ha explicado Rodríguez tiene un carácter "familiar, tradicional y popular". Con una superficie de unos 40 metros cuadrados el belén va montado a caballo entre el altar mayor de la iglesia y parte del crucero, con vista frontal a la sala y parcialmente lateral, en la parte del crucero.

En la parte izquierda y en primer plano esta el misterio enmarcado en una cueva elaborada en corcho y con doble acceso y en un primer plano, los Reyes Magos avanzan camino del Portal de Belén. Por detrás de ellos, corre un río que nace en una cascada en la parte derecha del nacimiento y hacia el fondo, y que discurre entre un poblado encumbrado en una montaña en la parte delantera derecha, donde en un primer plano se recoge la escena de la Anunciación del ángel a María.

En la parte central del nacimiento, una montaña aloja en su cumbre el Castillo de Herodes, que se ha diseñado con la fortaleza de Peñafiel como modelo y en cuya falda se halla la puerta de entrada al mismo, con las figuras del Rey Herodes y su escolta.

Asimismo, en la parte central de la falda del monte, una gran cueva aloja la anunciación del Ángel a los pastores. Al fondo de la parte izquierda del belén se representa un desierto con la huída a Egipto y además, diversas figuras con movimiento animan las diferentes escenas que componen el nacimiento.

También se ha equipado con un juego de luces que permite reproducir los efectos del amanecer y el ocaso de forma alternativa durante el tiempo de exposición.

Rodríguez ha puntualizado que el trabajo en este belén se remonta a varios meses atrás ya que "la familia Rodríguez Salmerón" comenzó ya en el verano a crear el decorado, que incluye un pequeño mercado con reproducciones de productos y alimentos elaboradas con plastilina.

Por su parte, Mercedes Cantalapiedra ha recordado que los orígenes de esta expresión artística navideña data del año 1223, cuando, en la Cueva de Greccio (Italia), el Patrón Universal de los Belenistas, San Francisco de Asís, puso en práctica su deseo de celebrar la conmemoración litúrgica de la natividad de Jesús.

Posteriormente, alcanzó mayor extensión en el Siglo XVIII con el trabajo de los artesanos napolitanos y con escultores españoles como el murciano Salzillo, o los catalanes Amadeu, Talaru y Vallmitjana, los que con sus figuras para nacimientos crearon los modelos en terracota policromada, que luego serían producidas en serie por los artesanos populares en otras materias

El Belén principal se completa con otras piezas belenísticas inspiradas en otros lugares del Mundo, como Perú o Chile. "Se puede asegurar que el arte belenista castellano esta vivo y dispuesto satisfacer la demanda decorativa de nuestros hogares y el impulso irrefrenable de todos aquellos que nos dedicamos a coleccionar estas sencillas y populares representaciones del nacimiento del Señor", ha destacado la Fundación Municipal de Cultura.