El sindicato UGT en Jaén vuelve a desarrollar en esta campaña de la aceituna una labor de vigilancia con respecto a las condiciones de habitabilidad de los distintos alojamientos que se ponen a disposición de los trabajadores temporeros, al tiempo que realiza una campaña en los tajos para informar de aspectos laborales relevantes, como es el carácter retroactivo del convenio del campo y, consecuentemente, de la subida salarial que esperan conseguir en él. Para ello, se han formado siete grupos integrados cada uno por dos personas que se encargarán de esas tareas.

Así lo ha indicado a Europa Press el secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag) de UGT-Jaén, Antonio Marcos, quien ha destacado que "como cada año" por estas fechas representantes sindicales realizan un importante trabajo de control sobre cortijos, albergues y otros tipos de alojamientos, haciendo especial hincapié en aquellos que fueron denunciados en campañas anteriores "para comprobar la subsanación" de esas anomalías.

En la pasada campaña, UGT hizo unas 170 inspecciones en cortijos, de las que se derivaron 15 denuncias, tal y como se desprendió del balance expuesto en marzo, en el que se llamó la atención sobre el hecho de que cada vez eran más los empresarios que ponen la vivienda en la propia ciudad, donde ya no se pueden utilizar como centros de trabajo, o las naves donde guardan los aperos como residencia. En cuanto a los albergues, se apuntó que "los siguen usando como lugar de residencia", cuando lo que deben hacer es poner a disposición un alojamiento digno.

Junto a ello, según ha añadido Marcos, la Fitag "también está en los tajos para dar información" que afecta de forma directa a los trabajadores. Es el caso del precio del jornal en la actual campaña, algo que está pendiente de concretarse en el nuevo convenio del campo, para el que aún no se ha llegado a un acuerdo entre sindicatos y patronal, que tienen previsto volver a sentarse de nuevo en la mesa de negociación este miércoles con el aumento salarial como uno de los puntos más problemáticos.

Al respecto, el dirigente sindical ha dejado claro que el "documento tiene carácter retroactivo desde el 1 de octubre", de modo que ese posible incremento debe abonarse a los trabajadores, de ahí que sea uno de los aspectos sobre el que inciden más al visitar las explotaciones, sobre todo, con respecto a los trabajadores eventuales. "Entendemos que el alargar la firma del convenio y querer llevar al límite la negociación va siempre en detrimento de los trabajadores y en beneficio del empresario", ha apostillado.