Cada una de las obras representa un periodo de su vida, un sentimiento, un símbolo. Lorenzo Quinn se inició como pintor, hace ya años, cuando se dio a conocer como artista a un público receloso de su apellido. Pero pronto se pasaría a la escultura, pues fue en ella donde halló una comunicación más directa con el espectador, a quien considera como el más importante crítico de arte. Lo que más le interesa al hijo del famoso actor es el cuerpo humano y las manos, convertidas casi en una obsesión en su obra.
Su inspiración viene de experiencias cotidianas, dice, de la poesía y la literatura en general. Y, sobre todo, de la energía vital.
* Ibercaja. Barón de Cárcer, 16. De martes a sábado, de 19 a 21 horas. Gratis.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios