Así, los hechos se produjeron el pasado 18 de octubre de 2007, cuando, estando en dicha estancia, y tras romper el cuello a una botella de vidrio, el acusado se aproximó a la víctima y, con ánimo de menoscabar su integridad física, le produjo varios cortes en el abdomen, ocasionándole cinco heridas inciso cortantes y necesitando para su curación intervención quirúrgica.

De esta manera la víctima tardó en curar un total de 40 días impeditivos, si bien un total de nueve estuvo hospitalizado quedándole como secuelas perjuicio estético de cicatrices abdominales. Además, cuando los agentes de la Policía precedían a la detención del agresor, en el mismo recinto ferial, el acusado opuso una fuerte resistencia y forcejeó, resultando lesionado uno de los agentes, con lesiones que tardaron en curar cuatro días, siendo uno impeditivo.

Asimismo, la Sala ha señalado en sus fundamentos jurídicos que lo alegado por el abogado de la defensa en cuanto a que el acusado presentaba una "grave impugnación alcohólica en el momento de ocurrir los hechos", no resulta acreditado que M.C.Y. cometiera los hechos a causa de su estado de embriaguez. De otro lado, se alude a que el defendido esta "afecto de una intoxicación etílica, por lo que tal circunstancia le impedía actuar con dolo, requisito esencial para que concurra el delito de resistencia".

Sin embargo, y al respecto, el presidente del tribunal señala en la sentencia, con fecha de 17 de noviembre de 2011, que este motivo tampoco puede estimarse, ya que el apelante parte de que su representado cometió los hechos bajo la ingestión previa de alcohol que le mermaba su facultades intelectivas y volitivas.

De otro lado, la representación apelante manifiesta que se acusa a su representado de causar las lesiones con una botella, cuando el médico forense habla de lesiones causadas con arma blanca al igual que el informe de urgencias. Así, la Sala expresa en su escrito que la producción de lesiones es compatible con una botella rota, arma blanca y oros instrumentos, por lo que no se acredita, sino todo lo contrario, que los doctores determinaran el origen de las lesiones en la utilización de una navaja o arma blanca como tal, como pretende el apelante para "aminorar los efectos de las lesiones causadas".

Por todo ello, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén ha desestimado los recursos interpuestos por ambas partes, de tal forma que ratifica la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén de dos años y medio de prisión a M.C.Y., como autor criminalmente responsable de un delito de lesiones y otro de resistencia. Además, en concepto de responsabilidad civil, indemnizará al agente que agredió en la cantidad de 150 euros por las lesiones sufridas.