Los recortes del Gobierno catalán y, especialmente del Departamento de Salud, afectan los usuarios de la sanidad pública al atrasar diagnósticos e intervenciones, hecho que causa muertes y secuelas, según ha denunciado este miércoles el Defensor del Paciente.

La Fiscalía ya está investigando un caso. Es el de un hombre que murió en el Hospital Vall d'Hebrón a causa de una hemorragia cerebral tras pasar cuatro días en urgencias, donde decían que no le podían realizar una resonancia magnética.

La asociación también ha instado a la Fiscalía a investigar el caso de una embarazada que perdió el feto al ser operada tarde de una peritonitis por carencia de suministro eléctrico en el hospital de Sant Pau, y el de una mujer a quien diagnosticaron hemorroides cuando tenía un tumor de colon.

El Vall d'Hebrón defendió este mismo miércoles la actuación de sus profesionales, y Salud criticó los juicios públicos de casos todavía abiertos, puesto que generan alarma y desconfianza porque dan a entender que se cometen errores médicos. De hecho, la conselleria de Salud ha tildado a el Defensor del Paciente de "irresponsable" por atribuir casos de supuesta mala praxis médica a los recortes "sin datos que lo fundamenten".

"De forma puntual, se pueden producir disfunciones en los servicios sanitarios, pero en ningún caso se pueden atribuir a una posible falta de personal o de recursos para atender a los pacientes adecuadamente", ha destacado Salud.

La presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha afirmado incluso que "se debería imputar al conseller de Sanidad, Boi Ruiz,  porque estos pacientes no deberían haber sufrido lo que han sufrido si no hubiera habido órdenes desde arriba"