Grabé tres canciones hace 22 años y el resultado me daba sarpullido. Decidí no volver a cantar jamás. Agustín Díaz Yanes me propuso un papel en Sin noticias de Dios en el que tenía que hacerlo.

¿Qué pensó?

Que era un iluso. Pero cuando vi el resultado y me gustó decidí meterme en serio.

¿Sin temer el qué dirán?

No tengo miedo al fracaso o al ridículo.

Ha perdido mucho peso.

Se me han ido nueve kilos con la producción del álbum. Pero cantando no se adelgaza, es un placer. Y cuando acabas tienes un calambrito, de esos que ponen guapa.

¿Orgasmos?

Sí. Se pasa de tener uno o ninguno a ser multiorgásmica.

¿Se siente primeriza?

Claro. Pero es ideal. En el cine he interpretado de todo. Me llaman veterana, pero me veo joven para protagonizar Paseando a Miss Daisy.

¿Tiene una edad difícil?

Las mujeres con 40 años estamos divinas, pero el sistema nos deja plantadas. En el cine, hay que tener 14 y aparentar 16.

¿Qué opina usted?

Piensas: «¿Qué hago conmigo? ¿Me entierro viva?». Pero reaccionas con «¡y una mierda! Puedo con todo.

¿Se ve atractiva?

Me miro cada día en el espejo y puedo asegurar que no hay para tanto.

Muchos no piensan igual.

Quizás sea por las mujeres que he defendido en el cine. Pero ésa no soy yo.

¿Es tan borde como la pintan?

Sólo pido respeto. Y más desde que nacieron mis hijos. Intento criarlos como unos niños normales. No quiero que los conviertan en unos imbéciles. ¿Cómo les pido que estudien si salen en las revistas? Me dirían: «Cállate, que soy famoso».

BIO

Su nombre real es Victoria Mérida Rojas. Nació en Madrid, el 4 de julio de 1959. Vive en París desde hace 22 años.