La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia juzga desde este martes a un hombre acusado de conducir drogado a 200 kilómetros por hora durante una persecución policial y al agente que le dejó ciego en un disparo accidental, puesto que el proyectil que lanzó contra una rueda rebotó en el asfalto, atravesó el parabrisas del coche y alcanzó los ojos del conductor.

El ministerio público pide para el conductor la pena de un año y medio de prisión por un delito de conducción temeraria, mientras que solicita una multa de 150 euros para el agente por una falta de lesiones por imprudencia, y que indemnice al otro acusado con 80.000 euros por las lesiones y secuelas causadas.

El incidente tuvo lugar en la madrugada del 21 de mayo de 2008, cuando el primer acusado, de 42 años, circulaba a alta velocidad y tras haber ingerido cocaína por la carretera que une las poblaciones de Canet de Berenguer y Puerto de Sagunto. Al respecto, el acusado ha reconocido que ese día había tomado un gramo de cocaína y que infringió los límites de velocidad.

Al llegar a la rotonda Garbí-Montgó, una dotación de la Guardia Civil le dio el alto, pero éste hizo caso omiso y se dio a la fuga. El hombre fue seguido por esta dotación y otras más que se incorporaron a la persecución con el uso de prioritarios luminosos y acústicos.

El conductor circuló por Puerto de Sagunto, Puçol, Alboraia, Port Saplaya y nuevamente por Alboraia, y luego se introdujo en el casco urbano a gran velocidad, en contra dirección por la Avenida de la Horchata y haciendo caso omiso a toda regulación semafórica, hasta su llegada a Valencia, donde se continuó con la persecución.

En este momento se unieron varias patrullas de Policías Locales y Nacionales por las calle Cataluña, Blasco Ibáñez, Cardenal Benlloch, Chile, Aragón, Blasco Ibáñez, Botánico Cavanilles, San Pío V, Guadalaviar, Mauro Guillén, Menéndez Pidal, Pío XII, General Avilés, Peset Aleixandre y Primado Reig.

Esquivó a agentes

El acusado seguía conduciendo a una velocidad cercana a los 200 km/h, de forma zigzagueante, saltándose semáforos en rojo y en algunos casos en dirección contraria. Al llegar a la última de las calles enumeradas, estaba cortada por un control policiales, pero también consiguió esquivar a los agentes y siguió su huída.

Un agente de Policía Local tuvo que apartarse, y otro efectuó tres disparos a su rueda izquierda, pero no llegaron a impactar. A continuación, el hombre se encontró con otro control policial establecido entre Primado Reig y la calle Daniel de Balanciar, en el que varios agentes —entre ellos el también acusado— habían cruzado su vehículo policial.

Cuando el hombre se aproximaba al control, como no se detenía ni aminoraba la marcha, el agente acusado extrajo su arma reglamentaria y efectuó primero dos disparos al aire y luego otros tres hacia la zona de las ruedas. El proyectil de uno de ellos rebotó en el asfalto, atravesó el parabrisas del vehículo y le alcanzó en los ojos, lo que le dejó ciego. El hombre colisionó contra una palmera, donde quedó finalmente parado y fue detenido.

El conductor, que ha pedido perdón por su comportamiento, ha indicado que el día de los hechos había consumido cocaína y que estaba bajo tratamiento psiquiátrico. No obstante, ha señalado que "iba bien para conducir" y que no se dio cuenta que le perseguían hasta que llegó a Valencia. "Solo quería llegar a casa", ha dicho.

Por su parte, el agente acusado ha declarado que no vio en ningún momento que el coche fuese a reducir la velocidad, y ha corroborado que realizó dos disparos al aire y otros dos o tres a la rueda, pero porque no vio ademán de que el conductor pensara detenerse.