En 2010, el Centro de Asistencia a Víctimas de Abusos Sexuales atendió a un total de 22 niños y adolescentes que sufrieron abusos o agresiones, y en todos los casos, estos fueron cometidos de forma reiterada —más de una vez— y por personas que les conocían.

En el 16% de los casos, fueron menores de 5 años, pero los más abundantes, la mitad, afectaron a niños de entre cinco y quince años, y predominaron los abusos (un 84% de los casos) frente a las agresiones, ya con violencia (un 16%).

Estos datos de la memoria de CAVAS de 2010 han servido para que la presidente de CAVAS, Eva Gómez, alerte de esta situación, con motivo de una campaña cuyo objetivo es precisamente detectar y prevenir los abusos a menores.

La campaña se llama 'La regla de Kiko' —se puede acceder también a través de www.laregladekiko.org—, y en ella, por medio de un cuento y de materiales didácticos, se explica a los menores cuáles son los lugares de su cuerpo donde no se les puede tocar porque "nadie puede vulnerar sus derechos" ni su "cuerpo e intimidad".

Desde CAVAS se advierte sobre esta realidad social "silenciada e invisibilizada", que afecta a "uno de cada cinco niños" en Europa y que en ocasiones sólo se detecta ya en la edad adulta, porque, en ocasiones, se produce un problema de que no se cree a los denunciantes.

Por su parte, desde el Gobierno de Cantabria, la directora del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), Isabel Urrutia, ha apelado a la responsabilidad del conjunto de la sociedad para abordar este problema desde un "esfuerzo global".

Urrutia ha hecho hincapié en que además afecta a quienes son "más indefensos y vulnerables", a quienes confían en que "todo lo que viene de los adultos es normal, aunque sea lo más aberrante".

Según ha detallado, el 3% de los expedientes sobre menores en el ICASS se refiere a estas situaciones. Esto supone del orden de 17 casos, que, ha observado la directora de este organismo, muchas veces se han detectado en el transcurso de expedientes por otros temas, como abandonos o demás.

El objetivo de esta campaña, explican desde CAVAS, es paliar el problema de la falta de información, que se suma a los problemas de coordinación entre administraciones involucradas en el problema.