Como a tantos otros cinéfilos, la llegada de los multicines y la reducción de los grandes taquillazos a cuatro películas de verano, le produjo al director Nacho Cerdà (Los abandonados), una nostalgia por recuperar "el espíritu de comunión social que había en el cine de las grandes salas y los grandes estrenos". Así que con un puñado de moral y con la inestimable colaboración de Pedro Balaña, dueño del cine Urgel de Barcelona, decidió crear una de las citas imprescindibles de la cinefilia barcelonesa del último año: Phenomena.

Tal y como dice el realizador, Phenomena es un evento creado únicamente para devolver, al menos una vez al mes, la emoción de disfrutar en pantalla grande de un taquillazo en rigurosa versión original y hacerlo, además, en compañía de otras 1.800 personas. Pero lo que hace diferente a Phenomena son dos factores: siempre se emiten un mínimo de dos películas por sesión (tres en ocasiones) y las proyecciones son de clásicos del cine setentero, ochentero, e incluso, noventero.

Con este cóctel, Phenomena ha celebrado este fin de semana en la capital catalana uno de sus eventos más multitudinarios con sendas proyecciones de Indiana Jones y la última cruzada y La jungla de cristal. El éxito de la cita mensual promovida por Cerdà es tal, que ha tenido que organizar una segunda proyección ya que las entradas para la primera se agotaron en días.

Asistir al cine Urgel en un pase de Phenomena es un viaje en el tiempo en el que se mezcla buen cine, cinefilia y un punto de caspa, siempre en un ambiente festivo. Las sesiones siempre comienzan con la ya perdida cortinilla de Movierecord, momento que los espectadores nunca desaprovechan para cantar a modo de karaoke, y antes de cada pase se suceden tráilers tanto de otros clásicos como de cintas de serie B o Z recuperadas de algún coleccionista.

El punto trash lo ponen los anuncios rescatados de tiempos pretéritos y en los que se mezclan desde vendedores de sifón hasta inquietantes cortinas antimosquitos. De postre, y en función de la proyección, los responsables han sido capaces de traer a algún actor de las películas que se proyectan o de montar pequeñas exposiciones, como la que este fin de semana adornaba el Urgel con objetos de la tercera película del arqueólogo creado por Lucas y Spielberg.

Pero el acto central, la verdadera fiesta, son las proyecciones de películas que los asistentes adoran y que, en algunas ocasiones, no han podido ver en pantalla grande en sus vidas. Los aplausos se suceden desde los títulos del inicio hasta los créditos del final y no faltan las ovaciones para las frases lapidarias o los gritos a la pantalla para avisar al protagonista que el peligro acecha. En menos de un año, la fiesta ya se ha extendido, incluso, a la capital.

El éxito de la experiencia barcelonesa animó a Cerdà y su equipo a llevar Phenomena a Madrid aprovechando el puente de Todos los santos con cuatro sesiones seguidas, de jueves a domingo, en la que recuperaron algunas de las cintas ya exhibidas en Barcelona (Terminator 2, Parque Jurásico) con algunas aún no proyectadas en la capital catalana (Cazafantasmas).

El colofón a este año de clásicos lo pondrá la sesión con la que se inició todo. De nuevo, Tiburón y Alien, visitarán el cine Urgel el próximo 16 de diciembre para demostrar que el cine con sabor añejo sigue funcionando a nivel comercial por mucha piratería que tenga por delante. Las cifras lo dejan claro: casi 17.000 personas pasaron por taquilla en la decena de eventos organizados de diciembre de 2010 a junio de este año y más de 5.700 lo habían hecho en las cinco proyecciones realizadas en lo que llevamos de curso, entre los meses de septiembre y octubre.

Unas horas antes de la primera sesión de Indiana Jones y La jungla de cristal, Nacho Cerdà sacó unos minutos del ajetreo previo a un Phenomena para atender a 20 minutos y hacer un repaso a los once meses de vida de Phenomena.

¿Cómo surge la idea de crear este evento?

Es una puesta al día de algo que hacía en los tiempos del Súper 8 y el VHS. Invitaba a mis amigos después del colegio y nos montábamos cineforums cutres -ríe - con películas de terror, de acción. Con los años, al desaparecer las grandes salas y los grandes estrenos, salvo cuatro o cinco, pensé en recuperar el espíritu de comunión social. Y hemos creado Phenomena, que es una máquina del tiempo para que la gente vuelva a esos tiempos.

¿Las películas se exhiben en versión original por algún motivo concreto?

El hecho de pasar las copias en versión original no es por ser un talibán. Es una cuestión práctica porque es más fácil conseguir copias de 35mm -Phenomena no proyecta copias en DVD o Blu-ray -. Y también hablamos de gente que ha visto estas películas mil veces. Si vas a ver Indiana Jones al cine hay que ofrecer algo diferente. Ademas, la gente flipa al ver estas cintas con 1.800 personas en una sala que creo que es única, al menos a nivel comercial, en Europa.

¿Montar Phenomena en el cine Urgel fue su primera idea desde el principio?

Es una apuesta personal y, en parte, un homenaje al local. Para mi generación es una meca cinéfila. Los grandes estrenos se veían ahí. De pequeño, aquello era magia, en parte por su enormidad. Por todo esto Phenomena se asocia al Urgel.

¿Fue complicado conseguir el apoyo del cine para montar estas sesiones?

El grupo Balaña (propietarios del cine) se pensaba que estaba como una cabra pero tengo que agradecer la fe ciega de Pedro Balaña (responsable del grupo que lleva su nombre). El tiempo ha demostrado que puede funcionar como evento único, exclusivo e irrepetible.

¿Cómo consigue los tráilers y anuncios que se proyectan antes de las películas?

A través de una red de contactos tanto a nivel de coleccionistas como de filmotecas. En ocasiones, es una auténtica labor de arqueología.

Hace unas semanas, Phenomena estuvo en Madrid. ¿Tuvo éxito la propuesta?

Había un clamor en Facebook, donde ya tenemos más de 9.500 seguidores, para que fueramos. Hicimos como un minifestival de cuatro días pero la experiencia nos demostró que Phenomena tiene que ser un evento esporádico porque la gente seleccionó lo que quería ver, no fueron todos a todas las sesiones.

¿Cuál es el futuro de Phenomena? ¿Más sesiones? ¿Tocar otro tipo de cine?

Tenemos tres sellos. El clásico, con películas como las que proyectamos este fin de semana, Collections, para ciclos de cine zombi o de Halloween, y Grindhouse, donde tienen cabida propuestas no tan mainstream aunque no tiene por qué ser sólo cine de terror. También tiene cabida la serie B, Z. De cara al futuro, queremos poner en marcha Little Phenomena para proyectar cintas de corte juvenil o familiar, posiblemente dobladas.