Al final se lió. Un grupo de taxistas perdió los nervios y los comercios, asustados, echaron el cierre a toda prisa. Lanzaron huevos a los establecimientos abiertos, agredieron a cámaras y fotógrafos, y hasta hicieron volar alguna silla. Los agentes de la Policía Nacional tuvieron que cargar. Se vivieron momentos de gran tensión. Ocurrió a las 20.20 h en La Campana, justo cuando la manifestación convocada por la plataforma Centro Vivo acababa de salir de la Encarnación.
Con pancartas con lemas como «Por un centro vivo»; «Sevilla, qué pesadilla» y «No a la desertización del centro», vecinos, comerciantes, taxistas y hosteleros –medio centenar de personas según datos de la Policía Local– pidieron la dimisión del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Además, reclamaron accesibilidad y movilidad para el casco histórico tras la peatonalización de Constitución.
...Y también empleados públicos
Los funcionarios de enseñanza y servicios públicos también escogieron el día de ayer para echarse a las calles. Cerca de un millar se manifestaron por la mañana ante la Consejería de Gobernación y la de Justicia. Protestaron contra la esternalización del servicio público. Los convocó el sindicato CCOO.
- FOTOGALERÍA: Jornada violenta en Sevilla
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