El paro de dos horas de la estiba a nivel europeo tuvo un seguimiento desigual en Asturias. Mientras en Avilés, con 64 convocados al paro, fue del 100 por cien, en Gijón, con unos 15, no se llevó a cabo en los primeros turnos y, de hacerse en el tercero, sería poco significativa su participación al no tener mayoría el sindicato convocante.

Así lo han indicado a Europa Press representantes de la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios en los puertos de Avilés y Gijón. Asimismo, en el primero el paro se realizó no obstante de 11.00 a 13.00 horas, y no de 13.00 a 15.00 horas como era la convocatoria general, para que así afectara a dos de los turnos de estibadores.

El paro servía por un lado de apoyo a sus compañeros griegos, tras la concesión del espacio portuario a una empresa china, y, por otro, para evitar que la situación de sus homólogos helenos se extienda al resto de países de la UE, al sospecharse que pretende liberalizar los puertos.

Las consecuencias de esta liberalización tienen su ejemplo más claro en lo que está pasando en Grecia, en el puerto de El Pireo, en el que los estibadores están siendo "excluidos" por la naviera china Cosco, concesionaria del Puerto, además de no respetarse las condiciones laborales previas.

Los estibadores temen que eso pase en el resto de puertos si se aprueba la liberación de los mismos, por lo que este paro pretendía ser además un "aviso" de que quieren hablar y tener voz en la elaboración de ese documento en el Parlamento Europeo.

En este sentido, el paro se convocó para reivindicar condiciones de trabajo dignas tal como recoge la Declaración de Helsinborg, firmada en Suecia, en septiembre, por estibadores de nueve países europeos (Chipre, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal, Suecia y España), pertenecientes a IDC (International Dockworkers Council).

Además de los paros en cada puerto, hasta el puerto de El Pireo se han desplazado representantes de la práctica totalidad de los puertos europeos para celebrar allí una manifestación en contra de la situación que atraviesa.

A su término, una representación se ha reunido con el presidente de la Autoridad Portuaria, quien dijo apoyar y entender las razones de estos trabajadores, a los que animó a no desistir de sus peticiones y les comunicó que intentaría mediar en el conflicto.

También han mantenido un encuentro con el recién incorporado ministro de Asuntos Marítimos de Grecia, que les dio la posibilidad de abrir una vía de diálogo con su Ministerio, además de con el de Trabajo, así como con la naviera Cosco.

En cuanto a la nueva Directiva Europea para Los Puertos que se prevé, persigue homogeneizar la manera de trabajar en todos los puertos de Europa, algo que los estibadores están convencidos de que es "absolutamente inoperante pues cada enclave tiene características y requerimientos singulares que obligan a una normativa más cercana, no tan general".

Los estibadores quieren que las navieras respeten los pactos de estacionalidad a los que han llegado con los distintos puertos, pues en función de ellos se han montado infraestructuras, tanto de edificación como de personal y maquinaria, que no pueden quedar a merced de su capricho.

En la Declaración de Helsinborg los estibadores exigen a los poderes públicos europeos que el sistema portuario garantice la profesionalidad de los trabajadores en su actividad; aplique las normas de prevención de riesgos laborales; respete el derecho a la negociación colectiva; permita la existencia de condiciones de trabajo dignas y comprometa la continuidad en el empleo de los trabajadores profesionales portuarios europeos en todas las instalaciones y para todas las operativas portuarias realizadas en sus respectivos países.