El jugador del UCAM Murcia Jordi Grimau ha lamentado que la actuación arbitral condicionase el partido ante Valencia Basket en el Palacio de los Deportes porque "un par de decisiones desgraciadas" dejaron visto el partido visto para sentencia" y "da rabia porque podía ser una de esas victorias que suman doble".

"No deja de ser una oportunidad perdida para ganar en casa ante un buen equipo después de haber hecho un sobreesfuerzo y un buen partido. Da rabia porque podía ser una de esas victorias que casi suman doble. Una lástima la bandeja de James (Augustine) que no entra, Blago (Sekulic) no llega al rebote y luego el árbitro señala una falta de 'dios' sobre Lishchuk", comentó el escolta catalán.

Grimau recalcó que esas cosas no dependen de ellos. "Lo que sí dependía era la bandeja de James, que fue una desgracia que no entrase. Un par de decisiones desgraciadas de los árbitros dejaron el partido visto para sentencia", indicó.

En cuanto a la falta señalada al final del partido a David Barlow, Grimau lo tiene claro. "A nosotros no nos la hubiesen pitado , pero tampoco es la sociedad del baloncesto un lugar donde se pueda hablar demasiado abiertamente de estos temas.

"Lo único que queda es aceptar que somos un equipo pequeño y que estas cosas pasan. Tenemos que tratar de llevar los finales de partido al máximo margen para que estas cosas no influyan. Debemos estar preparados porque estas cosas pasan y no creo que cambie", afirmó convencido.

Grimau justifica las derrotas en casa, escudándose en que han sido contra "equipos de plantillas de Euroliga". "La parte positiva es que hemos competido y la negativa es que son victorias que no podemos recuperar. Hay que estar tranquilos y seguir sumando para llegar a las 12 ó 13 victorias que nos den la tranquilidad y el próximo partido es de los de nuestra liga", subrayó.

Posibles refuerzos.

Además, ante la posibilidad de que lleguen refuerzos al club murciano, el alero tiene claro que "esto no toca a los jugadores". "Ellos son los que decidirán la necesidad que tenemos y si tienen que venir uno, dos o tres jugadores o los que crean convenientes", apuntó.

"Estamos aquí para entrenar y para jugar lo mejor que podamos y estas cosas no nos incumben. Si viene alguien le ayudaremos lo máximo posible para que él nos ayude a nosotros. Espero que Rob se recupere pronto porque es nuestro jugador y estamos con él a muerte para que vuelva", reconoció.

El próximo sábado toca el Blancos de Rueda Valladolid, partido que calificó de "final" porque "estamos igualados a victorias". "Parece que la liga está más equiparada porque en la parte baja cada vez hay más igualdad entre los equipos. En la lucha entre los pequeños y los grandes cada vez hay más diferencia", señaló.

"Supongo que la semana que viene estaremos hablando de lo mismo tanto si hemos ganado como si hemos perdido. Tenemos que ir sumando y pensar en el partido siguiente. Esperemos que sea el rival propicio para llevarnos la primera victoria fuera de casa", señaló, añadiendo que le "preocupa más" su equipo que "ningún otro".

Y recalcó cúal tiene que ser el camino a seguir. "Si jugamos parecido a cómo lo hicimos contra Valencia lo normal es que no perdamos. Sabemos qué línea tenemos que seguir porque lo hemos aplicado durante la liga y ahora solo falta hacerlo de manera más regular", se sinceró.

Por último, el '40' del UCAM Murcia, que fue el máximo anotador de la jornada, se mostró "contento en el plano individual" y "esperando que las cosas salgan de una forma más normal de lo que estaban saliendo tanto para bien como para mal".

Reconoció que fue "un partido especial" porque es raro que "llevara 1/15 en triples y que el domingo anotase siete u ocho, porque para mí no es habitual ni mucho menos hacer un partido de siete triples pero tampoco lo era que todo lo que tirara no entrase.

"Llevaba trabajando muy bien en los entrenamientos muchas semanas y los partidos tampoco estaban siendo un desastre, sino que no entraba la 'pelotita' y, desgraciadamente, aquí se vive de que entre", explicó.

Finalmente, admitió que "hubiera preferido que en vez de siete seguidos hubiera entrado uno en cada partido anterior". "Seguramente nadie hubiera pensado lo que ha pensado de mí, tanto para bien como para mal. Yo estaba tranquilo por cómo estaba entrenando y jugando y espero que sirva para tranquilizar a todo el mundo, si es que era necesario", concluyó.