Un estudio de la UMU demuestra que el pez gobio de arena es el mejor adaptado a la vida en el Mar Menor

El grupo de investigación de Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la Universidad de Murcia (UMU) ha demostrado que la elevada diversidad genética, el flujo genético y las características del ciclo de vida del pez gobio de arena (Pomatoschistus marmoratus) incrementan su potencial para adaptarse a las condiciones cambiantes de la laguna costera del Mar Menor.
Imagen Del Pez Gobio De Arena
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STEFANO GUERRIERI (PRINUM)
Imagen Del Pez Gobio De Arena

El grupo de investigación de Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la Universidad de Murcia (UMU) ha demostrado que la elevada diversidad genética, el flujo genético y las características del ciclo de vida del pez gobio de arena (Pomatoschistus marmoratus) incrementan su potencial para adaptarse a las condiciones cambiantes de la laguna costera del Mar Menor.

Se trata de un estudio elaborado por los investigadores Carlos Vergara-Chen, Mercedes González-Wangüemert, Concepción Marcos, Ángel Pérez-Ruzafa, según informaron fuentes consultadas por Europa Press del departamento de Promoción de la Investigación de la Universidad de Murcia (Prinum), dependiente del Vicerrectorado de Investigación.

El gobio de arena es un pequeño pez marino que habita zonas litorales sobre fondos arenosos capaz de entrar en estuarios y lagunas costeras. Esta especie tiene un ciclo de vida que incluye una fase larvaria con una duración de dos semanas y una fase adulto con baja movilidad.

Estudios previos al realizado por la UMU sugieren que los factores físicos y ecológicos pueden contribuir a la divergencia genética entre poblaciones que habitan en ambientes lagunares y de mar abierto. Por lo tanto, cabe esperar una diferenciación genética entre poblaciones de laguna costera y marinas de Pomatoschistus marmoratus, y una elevada heterogeneidad genética dentro de poblaciones lagunares, explica Prinum.

El trabajo de la UMU analizó la variabilidad genética de esta especie de pez dentro la laguna costera del Mar Menor y en localidades marinas adyacentes, para lo que utilizó como marcador molecular un fragmento de la región de control del AND mitocondrial en 196 individuos colectados en cinco sitios: Lo Pagán, Los Urrutias y Playa Honda dentro de la laguna costera del Mar Menor, y en Veneziola y en Mazarrón en el Mar Mediterráneo.

Los resultados indican que todas las localidades muestreadas "exhibieron altos valores de diversidad genética y que el marcador molecular utilizado no provee evidencia de diferenciación poblacional entre sitios", según las mismas fuentes.

Además, el estudio sugiere que existe un alto flujo genético, particularmente mediado por la dispersión de las larvas, lo cual "quizás sea suficiente para limitar el aislamiento geográfico como una mayor causa de diferenciación poblacional en la pequeña escala espacial estudiada".

La investigación desvela que la presencia de haplotipos exclusivos, es decir, variantes genéticas restringidas o limitadas a una localidad, podría ser una evidencia sutil de selección sobre el AND mitocondrial o ser debida a un evento de expansión de la población de este pez en el cual se han retenido mutaciones beneficios tras un período de reducido tamaño poblacional.

En este contexto, la presencia de haplotipos exclusivos junto a la existencia de un flujo genético elevado entre sitios lagunares y el mar abierto "puede ser una estrategia de supervivencia ecológica en un ambiente dinámico y variable tal como lo es la laguna costera del Mar Menor".

Estos hechos ponen de manifiesto el valor extraordinario de las lagunas costeras al albergar una diversidad genética y poblaciones importantes, las cuales son extremadamente vulnerables al calentamiento global y constituyen importante recursos genéticos que requieren de una adecuada gestión y conservación.

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