El fiscal pide ocho años de cárcel y nueve de alejamiento de la víctima para un hombre acusado de abusar sexualmente de manera continuada de la hija de su compañera sentimental, que tenía 14 años cuando se inciaron los hechos.

Según el relato del fiscal, el acusado, B.V.F., convivía en el mismo domicilio con la menor y su pareja desde mayo de 2008 y aprovechó su posición dentro de la familia para imponer su voluntad a la adolescente, a la que comenzó a realizar tocamientos a los pocos meses de iniciar la cohabitación.

Así, en fecha no determinada de agosto de 2008, masajeó en la espalda a la chica cuando estaba en la cama y la tocó los pechos desnudos, a lo que ella reaccionó saliendo del lugar.

Aproximadamente un mes más tarde, cuando el hombre y la menor se encontraban descansando en la furgoneta de aquél, aparcada en el entorno de la vivienda de la abuela materna de la chica, comenzó a acariciarla el vientre y la palpó la zona púbica por encima de la ropa, abandonando ella el lugar.

Días después, en el domicilio que compartían, el procesado aprovechó para acariciar a la adolescente cuando estaba tumbada en el sofá de la sala, e introdujo su mano en el pantalón de ésta hasta llegar a la zona genital, momento en que la chica se levantó y salió.

Los tocamientos de este tipo se siguieron produciendo en diversas fechas en el domicilio familiar hasta que el 22 de enero de 2009, fecha en la que, según consta, se produjo un último episodio en la que el hombre introdujo su dedo en la vagina de la chica, a la que dos días antes llegó a coger en brazos y a decirle "te voy a follar, cabrona", apartándole ella con un empujón y un mordisco.

La defensa del niega los hechos y argumenta que las denuncias de la menor se deben a la mala relación que mantiene con el acusado, a quien dice deberse la ruptura matrimonial de sus padres.

El juicio se celebrará el próximo martes, día 22, a partir de las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.