Cada dos días se produce una fuga de las cárceles catalanas

Día sí día no un recluso se escapa de las cárceles catalanas.
La estadística se extrae de un boletín sobre la situación de los centros penitenciarios que por primera vez ha publicado la conselleria de Justícia para romper con el hermetismo que siempre ha rodeado este ámbito.

El año pasado fueron 174 los reclusos que se cogieron la libertad por su mano. La inmensa mayoría (157) corresponden a los reclusos que optaron por no regresar a la cárcel tras un permiso. Doce no volvieron después de una salida programada, cuatro de los cuales en una visita al recinto del Fòrum de les Cultures, donde uno de ellos incluso llegó a participar en un acto con el propio conseller de Justícia.

Se da la circunstancia que el año 2004 –que cerró con 8.094 reclusos– fue el primero de los últimos seis años donde ningún recluso consiguió evadirse de la prisión. Cinco se fugaron de un centro abierto o en un traslado. En los últimos seis años, casi mil reclusos se fugaron, trece de cárceles ordinarias.

En su afán de ofrecer transparencia, Justícia también informa de la mortalidad en las prisiones. Desde 1999 casi 400 internos han fallecido en prisión. En los últimos dos años no ha habido ninguna muerte violenta.

Trabajar y estudiar

En otro aspecto, el año 2004 ha sido el año récord ya que se cerró con el máximo de reclusos matriculados en educación reglada, con más de la mitad de los internos con derecho para hacerlo, estudiando. También la ocupación laboral ha llegado a su máxima cuota con el 30% de los internos en talleres.

Juicio a Brito y Picatoste

La Audiencia juzgará el 23 de mayo a Manuel Brito y Fracisco Picatoste que tras una fuga en octubre de 2001 mataron a un chico, violaron a su novia y malhirieron a los mossos d’Esquadra que trasladaban a Brito al hospital de Lleida. Uno de los agentes, que estaba de prácticas, quedó parapléjico. El Fiscal pide provisionalmente 93 años para Brito y 54 más para Picatoste.

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