Los trabajadores madrileños saben que el empleo es un bien escaso, por eso están dispuestos a conservarlo incluso a costa de la salud. Si antes de la crisis, en 2006, la duración media de las bajas laborales por incapacidad temporal por una enfermedad común alcanzaban los 33 días –según los datos de la Seguridad Social–, en la actualidad el empleado se reincorpora a su puesto en 23 días, es decir, el tiempo de la baja se ha reducido un tercio desde que comenzara la crisis económica.

"El paciente te pide que no le des la baja hasta que no sea estrictamente necesario", confirman desde la Asociación Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria. Los médicos de Atención Primaria aseguran que los trabajadores "apuran más las bajas en función de la enfermedad y de su situación personal": "La gente se ha hecho más responsable y se autorregula, como han venido haciendo siempre los autónomos", reconocen.

Esto no significa que en tiempo de bonanza los trabajadores "alargaran innecesariamente las bajas", pero sí es cierto que "el miedo" y "la angustia" que se vive actualmente ante la posibilidad de perder el trabajo hacen que la persona "no agote los plazos y se reincorpore sin estar al 100%", dicen los médicos de cabecera.

Una tendencia que confirman también desde el área de Salud Laboral de CC OO. "Sabemos que el principal problema es el miedo que tiene el trabajador a quedarse en la calle, por lo que aguanta hasta el final y prefiere ir enfermo a trabajar, en pleno proceso vírico o muscular, antes que cogerse una baja", dicen.

Pero CC OO apunta también a otros factores y asegura que "las empresas están aprovechando la coyuntura y despidiendo o metiendo en ERE a los trabajadores con mayor absentismo", dicen.

Además, el sindicato asegura que "las mutuas están presionando cada vez más a los trabajadores y en muchos casos les llaman casi a diario por teléfono para hacer un seguimiento de la enfermedad". Esto es posible porque desde 2008 las mutuas no solo se ocupan de los accidentes laborales, sino que pueden gestionar incapacidades temporales derivadas de contingencias comunes.

La tendencia a acortar las bajas no es exclusiva de los empleados de la región. A nivel nacional la duración de las baja ha disminuido considerablemente y la media actual se coloca en los 30,28 días frente a los 47, 75 que en 2006 duraba una incapacidad temporal por enfermedad común. Eso sí, los que antes vuelven al trabajo siguen siendo los navarros, que lo hacen en 18 días, cinco menos que los madrileños. Y los más tardones son los de Ciudad Real, donde la baja es de 55,8 días de media.