La Guardia Urbana de Barcelona inicia hoy la campaña de control del ruido de las motos que circulan por Barcelona, que finalizará el 31 de mayo.

Un total de 30 patrullas se dedicarán en exclusiva a controlar el nivel acústico de las motos y los ciclomotores para vigilar que no superen los límites de ruido, ocasionado en algunos casos por la manipulación de los tubos de escape, y no vulneren la normativa.

10 puntos fijos

Las patrullas, que actuarán las 24 horas del día, realizarán el control desde 10 puntos fijos de Barcelona pero también llevarán a cabo una vigilancia general, moviéndose por todas las zonas de la ciudad.

Los puntos fijos estarán en la plaza Antonio López, Casanova con Provença, plaza Espanya, avinguda Maria Cristina, Can Caralleu, plaza Alfons Comín, Estatut, Meridiana con Fabra i Puig, Torras i Bages con paseo Santa Coloma y Guipúscoa con Bac de Roda.

Los agentes de la Guàrdia Urbana irán equipados de sonómetros para comprobar si las motos superan el nivel de decibelios permitido.

En caso de que sea así, los vehículos quedarán inmovilizados y al conductor se le quitará el permiso de conducir.

15 días para arreglarla

Posteriormente, los agentes impondrán una denuncia condicionada al conductor, al que darán 15 días para que el motorista subsane las deficiencias detectadas en su behículo.

Si pasado ese tiempo cumple con los requerimientos de la Guàrdia Urbana, la denuncia quedará sin efecto. De lo contrario deberá pagar la sanción de 90 euros y el vehículo continuará inmovilizado hasta que se arregle. Será entonces cuando el propietario recuperará su permiso de conducir.