No deja de resultar curioso que la excéntrica cantante alemana Nina Hagen, de 56 años de edad, musa del punk de finales de los 70 y aguerrida transgresora de usos y tonos vocales, confiese ahora que vive en celibato y que prescinde absolutamente de los hombres para ser feliz. Más aún que arremeta contra otras mujeres de su edad por enseñar más carne de la cuenta.

"Hoy vivo en celibato. Ya no quiero tener que gustar a un hombre. No quiero mas una relación física hombre-mujer", asegura la cantante en una entrevista que publica hoy el rotativo Bild.

Asimismo afirma no tener miedo a envejecer, ya que "en un rostro maduro hay mas belleza que en uno joven" y, por eso considera que "dan vergüenza ajena las mujeres que no hacen sino repararse con el bisturí".

"Pero también aquellas que, a partir de una cierta edad, enseñan todo lo que les cuelga, el trasero y el pecho. Se me ocurre -apunta- Madonna, tiene que ser ridícula desnuda", señala la cantante que a finales de los años 70 del siglo pasado fue expulsada de la RDA por sus críticas al sistema comunista.

Nina Hagen, que acaba de sacar un disco bajo el título Volksbeat (Beat popular) y en marzo inicia una nueva gira, confiesa también que es muy religiosa y reza "siempre".

"Siempre estoy unida a Dios. Siempre que tengo tiempo voy los domingos a la iglesia. Se que Dios siempre está para mi ahí. Y se que el amor siempre triunfa", declara la cantante.

Igualmente revela que su mayor deseo "es ser invitada a hablar ante el pleno del Bundestag (el parlamento alemán). La señora (Angela) Merkel (canciller alemana) no tiene ni idea de lo que la gente quiere. Allí solo se reúnen expertos".