UPA advierte del cierre del 40% de las explotaciones agrarias en dos años por los bajos precios

El secretario general de UPA-Sevilla, José Antonio Méndez, ha advertido del cierre del 40 por ciento de las explotaciones agrarias en la provincia de Sevilla en los dos últimos años, debido a los bajos precios pagados en origen que están llevando a las explotaciones a una situación límite y de ausencia de rentabilidad.

En rueda de prensa, Méndez ha señalado que "todos los sectores productivos se encuentran en una grave situación de bajos precios que, en muchos casos, no alcanzan a cubrir los costes de producción" y ha asegurado que "necesitamos medidas urgentes, con una política decidida, que eviten que se multiplique el número de explotaciones que ya han cerrado". En este sentido, aludió a la campaña electoral para reclamar que "los políticos se preocupen y digan qué pretenden hacer con el campo sevillano y qué medidas van a tomar".

Asimismo, Méndez ha insistido en que las administraciones deben asegurar "unas mismas reglas del juego porque no podemos competir con terceros países". Así explicaba cómo en estos países la mano de obra es más barata y las condiciones sanitarias y medioambientales no son las mismas. En este sentido, ponía como ejemplo el sector de la patata, "donde nuestras producciones deben pagar un 80 por ciento de aranceles si queremos llegar a países terceros, mientras que la que importamos de países como Egipto, Túnez, Marruecos no pagan ningún tipo de arancel al entrar en nuestro país".

Por otra parte, en cuanto a la reforma de la Política Agraria Común (PAC), que marcará el devenir del sector, ha querido dejar claro su rechazo "de manera tajante" sobre la 'tasa plana' propuesta por el Comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos, ya que su puesta en marcha supondría "el fin de la agricultura productiva y, por tanto, un fatal desenlace para el campo sevillano".

Además ha destacado que la nueva propuesta no recoge nada sobre los mecanismos de regulación de mercado, "imprescindibles para atajar el desequilibrio latente en la cadena alimentaria y, consecuentemente, la persistente crisis de precios que está asfixiando a los agricultores y ganaderos".