Los purés comerciales y los caseros poseen el mismo perfil nutricional, según una investigación del Departamento de Tecnologías de los Alimentos (UMU), Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia, llevado a cabo con el Instituto de Nutrición Infantil Hero Baby y el Hospital de La Fe de Valencia la Universidad de Murcia.

Este artículo, publicado en la revista 'Acta Pediátrica Española', compara el perfil nutricional de tres tipos diferentes de purés a base de carne de cordero, ternera y pollo de tres marcas distintas con el de purés caseros.

De los resultados obtenidos el estudio afirma que no existen diferencias relevantes en el perfil nutricional de purés elaborados de forma casera con respecto a los industriales en cuanto a su composición en macronutrientes.

Además explica y que estos últimos (los industriales) permiten un perfil en el producto acabado más controlado y homogéneo debido a su proceso de elaboración.

Los investigadores defienden que la variabilidad proteica observada puede deberse al empleo de distintas piezas cárnicas y a la cantidad añadida en la formulación.

Con respecto al contenido en sodio, su presencia en los purés depende fundamentalmente de la formulación y de la sal añadida; así, en el caso de los purés caseros cabe destacar que existe un riesgo de sobrepasar las concentraciones de sodio recomendadas al adicionar este electrólito durante la elaboración.

En cuanto al perfil de lípidos, tanto los purés comerciales como los caseros presentan un patrón muy similar, predominando los ácidos grasos monoinsaturados, seguidos de los saturados y de los poliinsaturados.

Atendiendo a la formulación, se puede corroborar que algunas marcas comerciales refuerzan el contenido en ácido linoleico y linolénico con la incorporación de aceites de semillas.