Según explicó ayer el vicepresidente, Ignacio González, para sacar adelante este proyecto se contratará a 277 profesionales, de los cuales 115 son médicos especialistas; 97, personal de enfermería; 13, técnicos sanitarios, y 52, auxiliares administrativos. La inversión total será de 15 millones de euros.

Los turnos de la tarde se distribuirán en los hospitales Gregorio Marañón, La Paz, Puerta de Hierro, Clínico, Doce de Octubre, Niño Jesús, Getafe, Móstoles y Princesa y las pruebas que se realizarán en estos centros son tac, resonancias magnéticas, ecografías, mamografías y PET (tomografía de positrones). El plan de Sanidad llega después de que se conocieran los resultados, el pasado febrero, de una comisión de la Asamblea de Madrid que concluyen que las listas de espera diagnóstica son «social y médicamente inaceptables». El dictamen contó con los votos a favor del PP y en contra de PSOE e IU. La oposición reclama insistentemente medidas estructurales frente a las esperas diagnósticas.

Hasta un año de espera

En 2005 se hicieron en la región 13.147.000 pruebas diagnósticas. El nuevo plan de choque sólo prevé 100.000, lo que supone un 0,76%. Las esperas de los madrileños para practicarse pruebas como mamografías llegan hasta el año. La Comunidad insiste en que nadie espera más de 40 días para que se le practique esta exploración.

«Es una tomadura de pelo»

El portavoz socialista de sanidad en la Asamblea, Eduardo Sánchez-Gatell, calificó ayer como «tomadura de pelo» las  medidas para la reducción de las esperas diagnósticas. «Es un nuevo ataque a los servicios públicos de la comunidad, pues 70.000 pruebas se derivarán al ámbito privado. Lamela es el consejero que más daño le ha hecho a la sanidad; siempre se descuelga con medidas propagandísticas que no hacen frente a las listas de espera. Éstas son las cosas de un consejero que hace rato que no debería estar en ese cargo».