Ante todo, de fusión. Hacemos casi todo lo que se puede hacer sobre un escenario: teatro, baile, danza, música, humor y, sobre todo, tratamos de pasarlo bien poniendo toda nuestra energía en el show, y traspasarlo al público. Además, somos 30 actores de 19 países y todos aportan su cultura y peculiaridades. Es muy interesante.

¿Cuál es el proceso de incorporación al grupo?

Hay audiciones en todos los países en los que actuamos. Cuando te aceptan, comienzas un duro entrenamiento de meses antes de subir al escenario. El espectáculo es muy difícil, con muchos detalles y requiere mucho desgaste físico y energético. Sería difícil si no tuviéramos tanto amor por nuestro trabajo.

¿Cuánto tiempo ensayan? Varias horas durante todos los días y antes de cada actuación, un mínimo de tres o cuatro horas.

¿Qué sintió cuando la aceptaron en el grupo?

Vi el cielo abierto, un progreso muy grande como artista y persona. Viajar y convivir con tanta gente de tantas culturas me hace feliz. Nos comunicamos en varios idiomas, incluso el corporal y el musical.

* Teatro Romea. Hoy, mañana y pasado. No quedan entradas.

Ritmo para todos

Con aletas de bucear, con pipas de agua, con cubos de basura (foto). Saben hacer música con cualquier cosa. Y, si no, se tiran un par de años inventando para su siguiente espectáculo. Algunas partes de su número musical hacen retumbar las paredes del teatro y la sensación es abrumadora, sobre todo cuando los elementos utilizados para la percusión son grandes. Un consejo: esperar después de la función. A veces se quedan un rato con el público.