El Tapiz de la Creación, considerado una obra capital del románico de Catalunya y datado entre los siglos XI y XII, estará fuera de la Catedral de Girona hasta marzo de 2012 con motivo de su restauración, que se hará en el Centro de Restauración de Bienes Muebles (CRBMC) de la Conselleria de Cultura de la Generalitat, ubicado en Valldoreix (Barcelona).

La tela, a pesar de la oposición inicial del Capítulo de la Catedral que apostaba por restaurarla 'in situ', finalmente se trasladará hasta el CRBMC con estrictas medidas de seguridad para garantizar su conservación.

La restauración, con un coste total de 152.000 euros —136.600 la restauración en sí y el resto al acondicionamiento de la sala dónde se expone—, consistirá principalmente en aislar totalmente la sala y cambiar la luz de ésta; además de limpiar las dos caras del tapiz, coser el entorno deshilado y corregir las deformaciones de la tela.

"lamentamos que se vaya"

El decano y presidente del Capítulo de la Catedral de Girona, Jaume Julià, ha lamentado abiertamente, en la rueda de prensa de presentación de los trabajos de restauración que el tapiz esté fuera unos meses y que no puedan gozar de él ni los responsables del templo ni los visitantes.

En el mismo sentido se ha pronunciado el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, quién ha reconocido cierto "punto de melancolía".

En este sentido, el obispo de Girona, Francesc Pardo, ha admitido que si el Capítulo ha puesto condiciones de seguridad, para el traslado y poder hacer una seguimiento de la restauración "es como símbolo de la estima, de la preocupación y del valor" que se le da a la obra.

El conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha animado a todos a "no sufrir" ya que el tapiz estará en buenas manos, unas manos que han hecho ya trabajos extraordinarios y de gran solvencia.

"Los pueblos que son capaces de valorar el patrimonio son pueblos que tienen futuro", ha añadido el conseller.

La intervención

La finalidad de la intervención, según ha explicado la directora del CRBMC, Àngels Solè, es aportar al tapiz la estabilidad necesaria para su perdurabilidad en el tiempo.

Por ello, los criterios básicos de la intervención pasan por acondicionar el espacio donde se encuentra actualmente el tapiz, aislar el espacio del tapiz del espacio de los visitantes a través de una vitrina, implementar materiales reguladores de la humedad, enyesar la vuelta, forrar las paredes, e instalar un nuevo sistema de iluminación con tecnología 'led'.

Además, el bastidor de madera que ha sostenido hasta ahora el tapiz se sustituirá por uno nuevo construido con perfiles de aluminio y un listón exterior de madera regulable, se adaptarán también los plafones de policarbonato que harán de cama de la obra y se inclinará 80 grados sobre una superficie móvil.

Solè también ha expuesto las principales características del tapiz que tiene unas dimensiones de 358 por 450 centímetros y que está bordado con lana y lino blanqueado; y en el que predominan los colores variados, vivos y contrastados, con predominio de verdes, amarillos, rojos, cremas, azules y blancos y con el negro como diseñador de las figuras.

Historia del tapiz de la creación

La directora del CRBMC ha explicado que todo apunta a que fue en 1097 cuando se colocó el tapiz en la Catedral de Girona y que sirvió como alfombra de lujo en motivo del concilio presidido ese mismo año en la ciudad por el legado papal y arzobispo de Toledo Bernat d'Agen.

Desde su confección, el tapiz se ha restaurado en cuatro ocasiones —sin contar la que se hará ahora—: la primera fue en 1878 y se hizo antes de ser exhibido en la Exposición Universal de París; la segunda tuvo lugar durante la primera década del siglo XX cuando unas monjas recompusieron hasta 28 fragmentos que habían encontrado; la tercera restauración documentada se realizó entre 1951 y 1952; mientras que la cuarta fue en 1975.

La iconografía está representada de la siguiente manera: en el centro del tapiz está la figura del Pantocrátor; a continuación está representado el Génesis o la Creación que ocupa ocho compartimentos; la siguiente composición es casi cuadrada y representa los cuatro vientos, ubicados en cada ángulo del rectángulo y, finalmente, todo el conjunto está enmarcado por el Calendario —en la parte superior y laterales— y por la historia de la Invención de la Cruz —en la parte inferior—.

La restauración de esta pieza forma parte del programa Románico Abierto que impulsan el departamento de Cultura y la Obra Social La Caixa con el objetivo de promover la restauración, mejora y preservación del legado patrimonial.