Lo que había transcurrido como una jornada pacífica, en la que los 'indignados' de Oakland se habían apuntado una sonora victoria al lograr paralizar la actividad del puerto comercial de la ciudad (uno de los más activos de EE UU) ha acabado con al menos 30 personas detenidas, según CBS News, por duros enfrentamientos nocturnos entre manifestantes y fuerzas del orden.

Según distintos medios estadounidenses los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de 'indignados' encendieron una gran fogata en el centro de la ciudad. Los agentes intentaron dispersar a la multitud y se inició un enfrentamiento en el que los antidisturbios usaron gases lacrimógenos y botes de humo. Muchos indignados, con la cara tapada para evitar los efectos de los gases, desafiaron a los agentes y se negaron a marcharse.

Aunque no se tiene noticias de heridos, los restos de los enfrentamientos son evidentes en la ciudad: cristales rotos, mobiliario urbano destrozado, escaparates hechos añicos...

Estos hechos han sido censurados y desautorizados por los organizadores de la manifestación, que en realidad ellos habían pensado como una jornada de huelga para protestar por las desigualdades económicas y por la brutalidad policial que sufrió el movimiento en un reciente desalojo de una plaza del centro de la ciudad. Entonces 85 personas fueron detenidas después de que la policía desmantelara por sorpresa su campamento.

Uno de los sectores donde se hizo más evidente el seguimiento de la jornada de protesta fue en educación. Cientos de profesores se quedaron en casa, respondiendo así al llamamiento de Occupy Oakland.

Muchos estudiantes, siguiendo el consejo de sus padres, y, en algunos casos, por solidaridad con sus profesores, se quedaron también en casa. A pesar del absentismo ningún colegio cerró.