El 50 por ciento de los empresarios de Baleares señala el 2013 como el año de salida de la crisis, aunque un 14 por ciento opina que ya está en marcha la recuperación, al tiempo que el 75 por ciento afirma que el principal ajuste que aplicará para afrontar la actual situación económica será la reducción de costes, mientras que el 25 por ciento augura medidas más duras como la reducción de sus plantillas.

Así lo pone de manifiesto el III Informe 'Perspectivas Baleares', elaborado por KPMG a partir de las opiniones de los principales directivos y empresarios de las islas y que ha sido presentado esta mañana en Palma por el director de la oficina de Baleares de KPMG en España, Eliseo Llamazares, junto al presidente del Círculo de Economía de Mallorca, Alejandro Forcades.

Llamazares ha señalado que, a pesar de que los empresarios del archipiélago son más optimistas que los del resto del Estado, debido a los buenos resultados de la temporada turística, sin embargo, el 30 por ciento de los directivos de Baleares espera una caída en sus ventas netas a cierre de 2011 y de estos casi la mitad (46 por ciento) cree que será superior al 5 por ciento.

Mientras, uno de cada cuatro (25 por ciento) espera que aumenten las ventas netas. Además, el estudio pone de manifiesto que el 78 por ciento de los empresarios del archipiélago no ha reducido su inversión, a pesar de que un 32 por ciento programó a principios de año recortes en este área.

Así, ha indicado que se prevé que la crisis termine antes en las islas que en el conjunto de España, dado que la cartera de productos "no está tan dañada", teniendo en cuenta que el 60 por ciento del PIB de la Comunidad corresponde a la actividad turística.

En esta línea, ha subrayado que el final de la crisis, "aunque todavía está lejano, empieza a vislumbrarse por los empresarios y directivos de Baleares", para lo cual ha considerado que es "importante no perder el ritmo de reformas y mejoras en nuestras empresas".

"No tenemos que conformarnos con este éxito parcial del turismo, ya que hay que seguir mejorando en eficiencia, competitividad e infraestructuras diversificando la actividad y creando actividades nuevas que sean poco consumidoras de nuestros recursos internos", ha recalcado el director de la oficina de Baleares de KPMG en España.

Para ello, has apostado por no esperar a que sea el sector público el que ayude a salir de la crisis, sino que sea el privado el que se desarrolle "por sí mismo", si bien para lograr este objetivo, ha recalcado que las instituciones públicas deben eliminar las "trabas" administrativas.

En el caso concreto del turismo, Llamazares ha considerado que la principal ayuda para este sector no vendrá de la promoción que hagan las instituciones de Baleares, teniendo en cuenta que, a su juicio, los éxitos que ha habido en el turismo de las islas "no ha sido por las grandes promociones en el extranjero, ya que a esta Comunidad la conoce todo el mundo y a sus empresas turísticas también".

Por esta razón, ha remarcado que el verdadero apoyo de la administración pública debe venir a través de la eliminación de las "trabas" para que los establecimientos hoteleros y de oferta complementaria puedan acometer sus reformas, con el fin de mejorar su competitividad.

El citado estudio revela que ninguno de los empresarios encuestados del sector turístico tiene intención de recortar su inversión, mientras que el 36 por ciento piensa incrementarla. Mientras, el 75 por ciento afirma que sus medidas para afrontar la actual crisis irán dirigidas a la reducción de costes, aunque el 25 por ciento también prevé recortar sus plantillas.

No obstante, esta medida de reducir la cifra de trabajadores es aún más drástica en el sector de la construcción, donde un 40 por ciento de los empresarios prevé recortar sus plantillas.

Mejora la percepción de la economía balear

Otro de los aspectos que refleja el informe es que ha mejorado ligeramente la percepción actual de la economía balear, ya que en junio de 2011, el 53 por ciento de los directivos calificaba la situación como mala o muy mala, un 1 por ciento menos de los que lo hacían seis meses antes.

Además, ha descendido del 26 al 14 por ciento en el caso de los más pesimistas (aquellos que la califican como muy mala), mientras que la proporción de directivos que prevé un deterioro de la economía balear en seis meses es del 18 por ciento, cifra que se reduce a la mitad en un año.

Para la recuperación de la economía balear y de sus empresas, la mayoría aboga por una mayor calidad de la oferta turística, si bien un 20 por ciento apuesta por potenciar también otros sectores para reducir el impacto de una posible crisis del turismo y el 18 por ciento considera esencial la inversión en I+D.

Por su parte, para el 75 por ciento de los encuestados el aspecto más positivo para la recuperación sería la reactivación económica de los países europeos más influyentes para las islas, seguida de un cambio de enfoque en la política económica (20 por ciento).

En cuanto a la recuperación nacional, los directivos también fijan el umbral en un año, especialmente en Baleares, donde el 52 por ciento espera una mejoría de la economía española en un año, frente al 40 por ciento de los directivos nacionales.

Mientras, el 7 y el 1 por ciento de los encuestados en Baleares y España, respectivamente, considera que en seis meses comenzarán a verse signos de recuperación, lo que, según ha precisado Llamazares, no significa que se vayan a obtener los resultados económicos de antes de la crisis, si bien se reducirá la destrucción de empleo.

Tan sólo el 13 por ciento en Baleares y el 18 por ciento de los empresarios a nivel nacional cree que la situación será peor dentro de un año, lo que, según ha subrayado Llamazares, deja entrever que se prevé que la recuperación en las islas se producirá antes que en el conjunto de España, gracias al sector turístico.