Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, responsables del trabajo de seguimiento de águila pescadora en Andalucía, enmarcado en el Programa de Reintroducción del Águila pescadora de la Junta de Andalucía, que desarrolla en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y con el apoyo de Feader, han llegado a contabilizar en 2011 siete territorios ocupados, al menos, por un individuo en edad reproductora de esta especie migratoria en Andalucía.

En concreto, según la información del departamento que dirige José Juan Díaz Trillo, recogida por Europa Press, dos de los territorios localizados se encuentran en Huelva, en el Paraje Natural Marismas del Odiel. Por otra parte, los otros cinco se localizan en la provincia de Cádiz.

Al hilo de esto, indica que estos se encuentran dos en el embalse del Guadalcacín, uno en el Paraje Natural Cola del embalse de Bornos y los dos restantes en el embalse del Barbate, dentro del Parque Natural Los Alcornocales.

Por el momento, una de las parejas de Huelva ha conseguido sacar adelante dos pollos; mientras que en Cádiz sólo se ha podido constatar la puesta e incubación por una de las dos parejas del embalse de Guadalcacín, aunque se ha confirmado que los huevos no han llegado a eclosionar.

El resto de los territorios de la provincia han permanecido ocupados únicamente por machos pertenecientes al Programa de Reintroducción del Águila pescadora en Andalucía.

Así, recuerda que desde 2005 hasta la fecha, las parejas que han conseguido reproducirse han sacado adelante 15 pollos de esta especie de ave migratoria. Esta línea, cabe recordar que a lo largo del siglo XX el águila pescadora sufrió dos grandes descensos poblacionales en Europa que han provocado casi su completa desaparición como reproductora en la región mediterránea.

En Andalucía llevaba sin reproducirse desde los años 80, por lo que para paliar esta situación en el año 2003, la Consejería de Medio Ambiente decidió poner en marcha un proyecto de reintroducción con el objetivo principal de restablecer una población viable en la región, lo que reforzaría su población mediterránea y reduciría su probabilidades de extinción.