Miles de valencianos aprovechan estos días, especialmente hoy y mañana, Día de Todos los Santos, para acercarse a los cementerios de Valencia a honrar a sus difuntos.

A buen seguro, algunos de ellos se llevarán una sorpresa al encontrarse en el nicho de su pariente o amigo una pegatina del Ayuntamiento de Valencia en la que se avisa de que el periodo de concesión ha terminado y que debe comunicar si lo renueva o si prefiere proceder a la exhumación para depositar los restos en el osario (lugar donde se depositan y clasifican).

Según han informado fuentes de la Concejalía de Cementerios, este es el último recurso que tiene el Consistorio cuando no logra localizar a los responsables del nicho: «Una vez finaliza el plazo de la concesión, se manda una notificación a los titulares para ver si quieren renovarlo. Si no contestan, se ponen anuncios en prensa y en el Diari Oficial de la Comunitat. Si aún así, siguen sin pronunciarse, es cuando se procede a poner el cartel en el nicho».

Las mismas fuentes han explicado que los motivos principales por los que no se localiza a los responsables suelen ser porque hayan fallecido y, por tanto, haya cambiado de titular, o porque hayan cambiado de residencia: «No somos rigurosos con los plazos porque es un tema muy sensible. Las pegatinas están un tiempo prudencial y si aún así no hay noticias de los titulares, se procede a la exhumación. Aún así, tras ella, los familiares pueden pedir un nuevo traslado al nicho».

Desde Cementerios han estimado que cada año hacen unas 600 notificaciones personales por la caducidad de las concesiones.

147 euros por cinco años

Las tasas de los alquileres de los nichos sencillos vienen fijadas en función de los años que se quieran renovar. Lo mínimo son cinco años y el precio es de 147,29 euros. La temporalidad media asciende a 20 años y su precio es de 565,50 euros. La tercera y última opción es la renovación durante 50 años con un precio de 884,86 euros. Solo en el Cementerio General hay más de 200.000 enterrados.